Así lo dijo Galán en la rueda de prensa para detallar los resultados obtenidos por la compañía en el primer trimestre del año, cuando registró 1.058 millones de euros de beneficio neto, un 3% más que en el mismo periodo del año anterior, gracias a Estados Unidos, Brasil y otras áreas internacionales, mientras que el resultado en España cayó un 29%.

El presidente de Iberdrola reconoció que “existe un problema en Europa respecto a precios” por el alza en el gas y en los combustibles fósiles, y en el caso de España “tenemos una tarifa regulada pero un diseño incorrecto”, por estar ligada a la volatilidad de los precios del mercado corriente.

Aunque la compañía está a la espera de conocer los detalles del acuerdo sobre el tope en el precio del gas y que se concreten distintos aspectos, Galán anticipó que no se espera “ningún tipo de impacto que afecte a Iberdrola” y señaló que hay “márgenes extraordinarios” en la parte del gas.

Destacó que los resultados de las empresas dedicadas al gas o al petróleo están aumentando y no los de las eléctricas, “de ahí que mantengamos” las perspectivas para este año.

Al inicio de la rueda de prensa, Galán afirmó que “España no es una isla energética” y propuso que, “en lugar de crear regímenes especiales o excepciones” como las propuestas por España y Portugal, se busquen “soluciones comunes, más aún cuando la situación en España no es diferente a la de Europa”.

El presidente de Iberdrola recomendó “evitar adoptar medidas estructurales para resolver situaciones transitorias”.

Manifestó que los mercados de fijación de precios “funcionan correctamente, pero reflejan una situación extraordinaria creada por la dinámica en el mercado del gas” y declaró que “no nos oponemos a las mejoras en el mercado, pero estas deben aplicarse de forma coordinada y estar enfocadas al largo plazo”.