Este caso ha suscitado nuevas reclamaciones de las organizaciones de consumidores, quienes defienden que las medidas impuestas a las líneas eróticas nacionales, que actualemente hay que solicitar su abono para poder acceder a ellas, se amplíen a las internacionales.

Sin embargo, las asociaciones e consumidores ponen de relieve que la mayoría de las quejas de los usuarios obedecen a las elevadas tarifas de Teléfónica.

En este sentido, consideran urgente la liberalización del servicio, con la esperanza de que su liberalización baje los precios.