Méndez y Gutiérrez hicieron esta propuesta en el acto celebrado hoy en Madrid con motivo del Cuarto Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que ha sido el acto central de esta jornada internacional.

En él participaron también los líderes de UGT y CCOO de Madrid; Beatrice Hertogs, de la Confederacin Europea de Sindicatos (CES), y Lucien Royer, de la (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOLS).

Gutiérrez explicó que este pacto sobre salud y seguridad en el trabajo con CEOE debería basarse en tres puntos: un plan de formación elaborado conjuntamente, un acuerdo para trasladar de manera acelerada a la negociación colectiva los acuerdos del 97 referidos a salud y seguridad en el trabajo, y un acuerdo específico para promover la aplicación de la normativa vigente al respcto.

Los líderes sindicales denunciaron la "sangría" de accidentes laborales que hay en España, y calificaron de "injusta y calamitosa" esta situación, que coloca a nuestro país a la cabeza del "ranking", con la tasa de siniestralidad más elevada de la Unión Europea (UE). Recalcaron la necesidad de poner fin a esta situación y equipararnos a las cifras de accidentes de países como el Reino Unido, donde el índice de siniestralidad es siete veces menor.

A su juicio, la primera causa de la alta sinistralidad laboral que hay en España es el incumplimiento generalizado, "por desconocimiento o deliberado", dijo Méndez, de la ley de salud laboral por parte de las empresas. También acusaron a las administraciones públicas de incumplir la ley como empleadores y de no velar por su cumplimiento en las empresas privadas.

Gutiérrez y Méndez exigieron que la prevención y la salud laboral sea una prioridad real para el Gobierno y los empresarios, y destacaron la relación directa que hay entre precariedad y iniestralidad, y vincularon también el alto número de accidentes laborales al empleo fomentado por las empresas de trabajo temporal (ETT) y a la subcontratación.

POLITICA DE SALUD INTEGRAL

Méndez, que exigió que el trabajo deje de considerarse como una mercancía supeditada al valor del dinero, pidió una mayor coordinación entre los ministerio de Trabajo y Sanidad, y la definición de "una política de salud integral", que integre también la salud en las empresas. Aprovechó para criticar la privatizacin de la sanidad pública y la penetración de las mutuas en el terreno de la salud de los trabajadores.

Según Méndez, hay que tener en cuenta que las cifras de accidentes laborales en España son muy superiores a las que se conocen, porque los siniestros que se producen en la economía sumergida no computan como accidentes laborales, sino que cuentan como accidentes domésticos o enfermedades.

Los líderes de UGT y CCOO se refirieron a la siniestralidad entre las mujeres trabajadoras, a las que se ha ddicado fundamentalmente este Día Internacional, y denunciaron la discriminación y sobreexplotación a la que se ven sometidas todavía. Gutiérrez dijo que es una responsabilidad sobre todo de los hombres acabar con ésto, y recordó que sólo el 7% de los hombres españoles comparten las tareas del hogar.

Por su parte, los líderes de Madrid de UGT, José Ricardo Martínez, y de CCOO, Rodolfo Benito, denunciaron la elevada siniestralidad laboral que se registra en la región, y dijeron que sólo el 50% de las emresas de más de 250 trabajadores hacen evaluaciones de riesgo y sólo el 30% establecen planes de prevención.

Lucien Royer y Beatrice Hertogs hablaron de la siniestralidad en el mundo, y criticaron la falta de datos e información que existe sobre la seguridad laboral de la mujer. Según Royer, en el mundo mueren al día más de 3.000 personas en accidentes laborales, y pierden la vida al año unos 12.000 niños en trabajos.

Royer, que dijo que la cifra real de accidentes en el mundo es probablemente eldoble de la que se contabiliza, destacó que los accidentes laborales son los que más muertes se cobran al año, superando a las víctimas de los accidentes de tráfico y de enfermedades como el sida. Agregó que sólo en 1996 unos 300 sindicalistas perdieron su vida por defender unas mejores condiciones de trabajo, y más de 1.000 fueron torturados en todo el mundo.