Guerra aseguró, ante unos 200 simpatizantes del PSOE en la localidad sevillana, que los dirigentes políticos de la derecha española están colocando a Manuel Fraga en la "moderación histórica". "¿Dónde estarán ellos? Las directrices que la derecha española está llevando son una mezcla de matonismo político y secta religiosa", afirmó.

El ex vicepresidente del Gobierno, que reivindicó los principios del socialismo de iguldad, libertad, democracia y solidaridad, reconoció que en España existe en la actualidad una cierta confusión ideológica.

"Desde las siglas de la izquierda se favorece a la derecha. Dentro de la izquierda se da una filosofía económica que prima por encima de todas las demás. Sin embargo, los datos económicos no marcan la política del país, sino los sociales y humanos, que son los más importantes. La economía debe asistir a las necesidades de los seres humanos y no al revés", indicó.

El 'número ds' del PSOE aseguró que "algunos han hecho reverdecer el el culto al dinero y quieren hacer responsable de este hecho a quienes gobiernan, pero tendrán que ser justos y reconocer que España es también el país más solidario de la mayoría del mundo occidental".

Guerra, que estuvo acompañado por los senadores sevillanos Alfonso Garrido y Francisco Moreno, del sector 'guerrista', denunció que hay personas que "utilizan su responsabilidad política y en las finanzas para, desde la élite, ejercer un travestimo político, frente a la gente humilde que sabe discriminar entre calumnias y críticas".

En este sentido, acusó veladamente a quienes han considerado al ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán como el prófugo más destacado de España y han pasado a considerarlo ahora como el primer colaborador del poder judicial.

El vicesecretario del PSOE, que considera que el socialismo tiene más futuro que nunca ante el fracaso estrepitoso del capitalismo, animó a los militantes socialistas a que afonten la próxima camapaña electoral de las municipales con un esfuerzo ante los cantos de sirena de la derecha, "que no han confiado nunca en las urnas para gobernar, sino en otros medios, como antes los garrotes de palo y ahora los tribunales", afirmó.

Al término del acto, Guerra visitó en su domicilio a la militante socialista Asunción Parrilla, de 104 años de edad y cuyo marido y tres hijos fueron fusilados en la Guerra Civil.