Al revisar las maletas abandonadas que permanecen en un almacén, agentes de la Guardia Civil apreciaron el mal olor que desprendía una de ellas, por lo que se procedió a examinarla por una máquina de rayos X y se comprobó la existencia de lo citados animales, algunos de los cuales ya habían muerto y otros se encontraban en un estado lamentable. Los ejemplares vivos fueron trasladados al Safari Park de Aldea del Fresno (Madrid).

En otro servicio, los agentes se incautaron de 63 piezas de marfil que intentaban ser introducidas en nuestro país, sin la documentación reglamentaria, por un pasajero procedente de Malabo (Guienea Ecuatorial) que las escondía entre la ropa de su maleta.