Según un comunicado del cuerpo policial, los detenidos están acusados de cometer 18 robos de cajeros automáticos, 20 robos de uso de los camiones pluma, dos robos de turismo de alta gama de los que hacía uso la propia banda, tres hurtos de placas de matrícula y ocho robos en vivienda, además de falsificación de documentos y pertenencia a grupo criminal.

La Guardia Civil calcula que las cantidades sustraídas ascienden a más de 500.000 euros, mientras que los daños ocasionados se elevan por encima de los 700.000 euros. En paralelo, los agentes intervinieron “gran cantidad” de efectos y herramientas para la comisión de los delitos, con un valor que alcanza los 35.000 euros.

Los detenidos son seis hombres y dos mujeres con edades comprendidas entre 30 y 50 años. Las detenciones se produjeron en las localidades de Alcalá de Henares y Rivas Vaciamadrid (Madrid) y Torrevieja (Alicante).

‘MODUS OPERANDI’

Las investigaciones se iniciaron a mediados de 2020, a raíz de varios robos cometidos en cajeros automáticos en la zona del sur del litoral de la provincia de Alicante y del norte del de la de Murcia. Los cajeros, instalados en la vía pública, fueron arrancados de cuajo gracias al uso camiones grúa pluma, también robados.

El cuerpo policial explicó que el ‘modus operandi’ de la organización trataba en realizar un “minucioso estudio” de la zona antes de elegir el cajero automático que iban a robar. Después de analizar el terreno, se decantaban por aquellos próximas a fincas agrícolas y zonas despobladas, o situados en pequeños núcleos urbanos o en urbanizaciones aisladas y que contaran con las vías de escape necesarias para asegurarse la huida en caso de ser sorprendidos.

Elegido el cajero, la banda pasaba a buscar un camión grúa pluma en las inmediaciones la existencia de camiones grúa pluma. La noche anterior, o en la madrugada del mismo día, lo robaban y perpetraban el robo del cajero. Posteriormente, lo forzaban con radiales, cuñas, mazos, palancas y otros objetos para abrirlo y huir con el efectivo.