Griñán, que inauguró esta noche en Madrid el XX Congreso del Consejo Internacional de Enfermeras, recordó a los enfermeros que la esencia de su profesión "sigue y seguirá siendo, el cuidado de las personas necesitadas".

Entre los problemas sanitarios que se han agudizado en la pasada década, el ministro destacó la mortalidad infantil, las enfermedades ligadas a la pobreza,el cólera, el paludismo, el sida, la degradación del medio ambiente o los relativos a los movimientos de poblaciones.

"Son problemas de todos", añadió, "y entre todos debemos reforzar un ámbito de solidaridad que impida esa hiriente realidad de millones de seres humanos que apenas alcanzan a mantener una esperanza mínima de vida, mientras la opulencia del desarrollo hace que se consuman la mayor parte de los recursos económicos destinados a la sanidad en cubrir las necesidades de una pequeña parte de a población mundial".

Tras esta llamada de atención a los problemas de los países en vía de desarrollo, José Antonio Griñán aseguró que es necesario "mejorar la calidad de la atención y de los cuidados a los enfermos mediante el correcto uso de la tecnología y el desarrollo de la investigación en cuidados".

Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, instó a los más de 5.000 enfermeros de todo el mundo reunidos en Madrid a que pidan a sus gobiernos que iviertan en progrmas de investigación sobre el sida, "en la seguridad de que lo que no gastemos hoy en prevención, educación e investigación lo pagaremos en vidas humanas".

González Jurado recordó a sus compañeros que el papel de la enfermería en el siglo XXI deberá evolucionar hacia la educación para la salud y hacia la prevención de la marginación de enfermos, drogadictos y víctimas de epidemias.

El congreso del Consejo Internacional de Enfermería trabajará sobre los problemas actuales de esta pofesión en su relación con los Gobiernos y con los pacientes y estudiará el futuro de la especialización de la enfermería.