Según inform en un comunicado la organización ecologista, la sustancia se conoce como TBT (tributilestaño) y en Alemania se ha descubierto su presencia en artículos hinchables de playa, camisetas y zapatillas deportivas y mangueras de jardín. También la han hallado en pañales para bebés y suelos de PVC.

El TBT se puede liberar, por ejemplo, al inflar un artículo hinchable o mediante el contacto de la piel con una prenda deportiva. Desde los años setenta, esta sustancia se emplea como antiincrustante en las pinturs de los barcos, pero su uso estará prohibido a partir de enero del 2003, porque es un biocida que se libera al medio ambiente y afecta al crecimiento de algas, caracoles y otros organismos marinos.

Pablo Mascareñas, responsable de Tóxicos de Greenpeace, demandó hoy al Gobierno español que prohíba el TBT y que presione a la UE para que adopte una medida en este sentido.