El Ejecutivo galo pretende que el resto de países comunitarios apoyen su sugerencia durante la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional, que se celebrará a finales de este mes.

Greenpeace considera que si los estdos comunitarios son consecuentes deben aceptar la propuesta francesa, ya que en Río de Janeiro todos han decidido firmar el convenio sobre biodiversidad.

Según Ricardo Aguilar, responsable de las campañas de Ecología Marina de Greenpeace, "es inconcebible hablar de proteger la diversidad biológica cuando aún no hemos conseguido librar a los mayores animales que han existido sobre este planeta del acoso de los arpones".

Las poblaciones que más beneficios podrían obtener con la sugerencia gala sonla de rorcual aliblanco, también conocidas como ballenas minke, ya que son las que cuentan con mayor presencia en esas agua.

Los conservacionistas también recuerdan al Gobierno español que el pasado mes de octubre apoyó la aprobación del protocolo para la conservación del continente antártico.

Asimismo, mantienen que si España decide finalmente secundar la propuesta haría "méritos para conseguir que la Secretaría del convenio sobre biodiversidad viniera a nuestro país".

"Además", agregaron, supondría saldar una deuda histórica, puesto que fueron las comunidades vascas de Francia y España las precursoras de la caza comercial de ballenas".