El real decreto, que desde hace tiempo reclaman los productores de energía solar, obligará a las compañías eléctricas a aceptar la conexión de los paneles fotovoltaicos y a pagar a los propietarios de estas instalaciones un precio por kilovatio/hora que viertan a la red, que variará en función de la potencia de las instalaciones olares, pero que podrá ser de hasta 66 pesetas por kilovatio/hora.

Para José Luis García Ortega, responsable del proyecto "Greenpeace solar", "a partir de ahora mejorará radicalmente el panorama de la energía solar en España, y estamos muy satisfechos de haber contribuido a impulsar ese cambio".

José Luis García señaló que "ahora los ciudadanos van a poder ejercer su derecho a la energía solar y las compañías eléctricas tendrán que dejar de boicotearlo".

Según Greenpeace, el decreto incorpor algunas de las propuestas que formuló la organización ecologista, entre ellas que la instalación pueda ser "todo lo sencilla que la técnica permite", en contra de la opinión de las compañías eléctricas, que reclamaban equipos más complejos.

Esta normativa pretende incentivar el uso de la energía solar, uno de los objetivos que persigue el Plan de Fomento de las Energías Renovables que aprobó a finales del año pasado el Ejecutivo.

POCA IMPLANTACION

Sin embargo, este plan, que plantea como princpal objetivo que las energías renovables aporten el 12,3 por ciento del consumo de energía primaria en el 2010, otorgaba a la energía solar fotovoltaica un desarrollo inapreciable, comparado con otras fuentes, como la eólica.

Aunque España es el tercer productor mundial de paneles solares fotovoltaicos, es el noveno consumidor, ya que menos del 0,1 por ciento de la energía que se consume utiliza esa tecnología. Precisamente, alcanzar ese porcentaje es el objetivo que propone el plan del Gobierno para l 2010.

Los productores de energía solar fotovoltaica están convencidos de que los 9 megavatios de potencia solar fotovoltaica instalada en España se pueden ampliar a 50 con facilidad durante esta década, En Alemania, donde cuentan con un número de horas de insolación mucho menor, la potencia instalada en la actualidad es de 66 megavatios.