Granados realizó estas declaraciones hoy en Onda Cero, donde explicó que "desde la consejería de Interior, ni se ha montado una red de espionaje para seguir a nadie, ni tenemos el menor interés en saber a qué hora sale de su casa Manolo Cobo, ni con quién come Alfredo Prada... Ni mucho menos en seguir al vicepresidente de la Comunidad hasta Cartagena de Indias o hasta Sudáfrica".

El número tres en la Comunidad de Madrid señaló, por otra parte, que "cuando se recaba información sobre Manuel Cobo y el Alfredo Prada, el señor Marcos Peña no trabajaba en la Comunidad de Madrid. Entonces, difícilmente podía estar recabando esa información".

"Si el señor Peña llega cuatro meses después de que supuestamente se hayan hecho esos seguimientos, difícilmente puede ser el autor", dijo.

En esta línea, el consejero Granados afirmó también que este último "ni estaba ni se le esperaba en ese momento". "Además, esas no son en absoluto las funciones del señor Peña ni de ninguno de los funcionarios. Ni antes de que llegara el señor Peña, ni después", subrayó.

Preguntado por quiénes han podido ser los autores del seguimiento al vicepresidente Ignacio González en Sudáfrica, el responsable de Interior de la Comunidad de Madrid manifestó que "en lugar de hablar por hablar, prefiero que alguien ponga encima de la mesa las pruebas de esos seguimientos".

Respecto a la relación de este caso con la guerra por el poder en Caja Madrid, Granados subrayó que "es verdad que coincide temporalmente la puesta en escena, y, desde luego, a lo largo de la pasada legislatura y de ésta todos los días tenemos que tomar decisiones en beneficio del interés general y que afectan a gente en sus intereses particulares, algunas veces a gente muy poderosa".

"Si esto sale de ahí a mí no me extrañaría, para que le voy a engañar. Me refiero a cualquier núcleo o foco de poder que se haya visto perjudicado en sus intereses, pero no sé si es a Caja Madrid o cualquiera de sus vectores de poder", aseguró.

En cuanto a las posibles responsabilidades de la Comunidad de Madrid en este caso, Granados afirmó que "esto es un Estado de derecho, nadie tiene que demostrar la inocencia de nada sino que hay que demostrar la culpabilidad de los hechos que se relatan, primero su existencia y después su autoría".