LA GRAN BANCA TENDRA QUE FINANCIAR UN BANCO PARA POBRES EN GRAN BRETAÑA CON 36.000 MILLONES DE PESETAS AL AÑO
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El Gobierno británicopondrá en funcionamiento un banco para pobres, que financiará con unos 130 millones de libras anuales (alrededor de 36.500 millones de pesetas, al cambio actual) aportados por los contribuyentes y con una cantidad similar que se verán obligados a poner los bancos del país, según informa el diario británico "The Guardian".
De los 130 millones de libras que serán demandados a la banca privada, el 40% habrá de ser aportado por cuatro grandes entidades: Barclays, Lloyds TSB, Natwest-Royal Bank of Scotlandy HSBC. Las firmas financieras tendrán que poner además otros 50 millones de libras (14.000 millones de pesetas) para cubrir los costes de lanzamiento del banco universal.
Con el dinero aportado por contribuyentes y bancos, el Servicio Postal de Gran Bretaña podrá pagar los gastos derivados de abrir, en sus 18.000 oficinas, cuentas bancarias con los servicios básicos para personas de bajos recursos que se encuentran excluidas del sistema bancario privado.
En concreto, el banco para pobres podría frecer cuentas que servirán para pagar facturas, retirar dinero en cajeros automáticos y recibir transferencias electrónicamente, pero no facilitará préstamos.
Los bancos se quejan de que se les obliga a subsidiar a las oficinas postales, mientras que el Gobierno británico respalda esta idea por dos razones: porque considera que la carencia de servicios bancarios por parte de los más desfavorecidos es una de las razones que les mantiene atrapados en situaciones de "exclusión social", y porque servirá ara dar nuevas competencias a las sucursales del servicio postal y evitar el cierre de sus oficinas.
El mercado potencial de la banca para pobres es enorme, ya que en Gran Bretaña hay 3,5 millones de personas (alrededor del 9% de la población) que no tienen ninguna cuenta de ninguna clase, especialmente entre las minorías y las mujeres. Para el Gobierno británico, tiene además la ventaja de que podría pagar electrónicamente las prestaciones de Seguridad Social de alrededor de tres millones de beneficirios de ayudas públicas que no tienen cuentas.
Además, en Gran Bretaña, los que no tienen banco pagan por ello un elevado precio en Gran Bretaña, ya que se calcula que en 1998 quienes tenían domiciliados los pagos gastaron un 9% menos en gas y electricidad que quienes tuvieron que usar contadores con sistemas de prepago.
Pese a esos inconvenientes, millones de británicos no tienen cuentas abiertas. La documentación exigida por la banca convencional para abrir una cuenta, como el pasaporte o el canet de conducir, o algún certificado de residencia pueden resultar insuperables para muchas personas sin recursos.
La banca británica alega que no es culpable de todas estas situaciones y que raramente cancela una cuenta o rechaza una solicitud de apertura, aunque reconoce que, como no son rentables, no hace nada por publicitarlas.
Para salvar todas estas dificultades, la red del servicio postal inglés cuenta con la ventaja de que no intimida a los pobres y que dispone de más de 18.000 oficinas e todo el territorio nacional, de manera que el 95% de la población británica reside a menos de una milla de alguna de sus sucursales.
(SERVIMEDIA)
15 Oct 2000
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