El pacto bipartito se cerró este miércoles, cuando tuvo lugar la tercera reunión de la mesa de diálogo del SMI, iniciadas hace dos semanas, después de que se hicieran públicas las conclusiones del comité de expertos nombrado por el Ministerio de Trabajo para realizar recomendaciones para que el SMI esté ligado al 60% del sueldo medio en España, que es el compromiso adquirido por el Gobierno a partir de la Carta Social Europea.

Este comité asesor planteó este año un aumento del 3,44%, de modo que el SMI pasaría de los actuales 1.134 euros por 14 pagas a 1.173 euros, es decir, un alza de 39 euros. Pero, en función de la estadística que se emplee, el informe también sugería como posibilidad que esta retribución mínima repuntara en 50 euros por paga, lo que la colocaría en 1.184 euros, es decir, aumentaría un 4,41%. Fue esta segunda tesis la asumida por Díaz y que los sindicatos vieron insuficiente en un primer momento pero sin cerrar la puerta al acuerdo.

Por su parte, CEOE ofreció, antes de la reunión de este miércoles, un aumento del 3% y recordó sus reivindicaciones de bonificaciones al campo y reformar la ley de desindexación económica para que los contratos públicos de administraciones con empresas afectadas por esta retribución mínima se actualicen con la evolución del SMI.

BUENA NOTICIA

En su intervención, Yolanda Díaz agradeció el trabajo de todos los agentes sociales, incluida la CEOE, por realizar una propuesta, aunque no pudo ser aceptada por ser “insuficiente”. Asimismo, calificó de “buena noticia” la subida del SMI para la ciudadanía y la ligó a otras cuestiones que se están tramitando como la reducción de la jornada laboral.

Además, como los sindicatos pedían contraprestaciones a cambio de acceder a una subida del SMI inferior al 5%, que era su suelo inicial, Díaz avanzó que se atenderán algunas de sus reivindicaciones clásicas.

Así, el acuerdo incluye el compromiso de constituir, en el plazo de dos meses, una nueva mesa de diálogo social que va a hacer “algunas cuestiones importantes”. La primera de ellas es la adaptación completa de la directiva de salarios mínimos europea de cuyo impulso ha formado parte, a fin de desplegarla en su integridad en el país.

Ello, según Díaz, supondrá, entre otras cosas, el cambio normativo de la regulación expresa del real decreto que regula la revalorización del SMI, también con campañas específicas de la Inspección de Trabajo para, “sin lugar a dudas, la garantía del cumplimiento del SMI en los sectores afectados por el mismo”.

La vicepresidenta segunda resaltó que se inicia ahora el trámite necesario y que irá al Consejo de Ministros de forma “inminente”, lo que en cualquier caso, y según el procedimiento seguido en años anteriores, pueden suponer unas dos o tres semanas.

Díaz también volvió a defender que el Ministerio de Hacienda eleve el mínimo exento de IRPF con el SMI para que parte de sus perceptores no tengan que perder esa parte de su renta. “Pero esto es una competencia que no radica en este ministerio”, aclaró.

SINDICATOS

Desde los sindicatos, la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, declaró que este es un “buen acuerdo” que va a mejorar las condiciones de trabajo de quienes menos cobran y que ayudará a reducir la brecha de género, dado que el 57% de los perceptores del SMI son mujeres. En el caso de los jóvenes, el 27% de los jóvenes de entre 16 y 24 años cobra también el SMI, y el 14,8% de los empleados de entre 25 y 34 años.

En este punto, Vicente celebró el compromiso de crear una mesa de diálogo para abordar cuestiones relativas al SMI, como la transposición de la Directiva europea de salarios mínimos, evitar que a los trabajadores a los que afecta el SMI no les acabe beneficiando la subida porque se absorben pluses, actualizar automáticamente los convenios afectados por el SMI y la actualización de este indicador para quienes lo tienen fijado por hora, una vez se produzca la reducción de la jornada laboral. Sucede mucho con las empleadas de hogar, por ejemplo, según esta representante sindical.

Al hilo, el vicesecretario de Política Sindical, UGT, defendió que el SMI no solo es una cuestión económica, sino de “dignidad” y “derechos humanos”. Eso sí, incidió en que revalorizar el SMI contribuye a “mejorar la economía y el empleo de nuestro país”.

Los dos responsables sindicales comentaron que, “por responsabilidad”, no podían hacer esperar el pacto para subir el SMI hasta que la mesa que va a tratar las cuestiones mencionadas anteriormente concluya sus trabajos, por cuanto los empleados que menos cobran necesitan que la subida del SMI se aplique cuanto antes.

Por último, tanto Vicente como Luján pusieron en valor las aportaciones de la patronal, especialmente “en los tiempos políticos que están sucediendo en nuestro país”, aunque finalmente no haya sido posible el pacto tripartito.