Previsiblemente, el acuerdo será presentado de anera oficial después de la Feria Internacional del Libro de Francfort, en el mes de noviembre.

Juan de Isasa explicó que Gobierno, editores, libreros y distribuidores han acordado colaborar en materias como el desarrollo del comercio exterior, el fomento de las bibliotecas y la promoción de la lectura.

Del consenso se ha quedado fuera, de momento, el precio de los libros, al haber persistido el antagonismo entre el coste fijo que defienden los editores y la liberalización que postula el Gobierno plasmada en el descuento del 12 por ciento autorizado para los libros de texto.

"En este tema, no hemos conseguido convencer a quien tiene que tomar la decisión", admitió el presidente de los editores. "Pero nos hemos dado cuenta de que tenemos muchas cosas en común, pese al desacuerdo que haya en alguna".

El acercamiento de posiciones entre el Ministerio de Educación y Cultura y el sector del libro se inició tras el segundo congreso de la federación de editores, que se celebró en marzo pasado e Benalmádena (Málaga).

En aquel encuentro, los responsables de las principales editoriales del país lanzaron duras críticas contra el Gobierno por su política respecto al precio del libro, sobre todo por favorecer a las grandes superficies con el aumento de los descuentos máximos permitidos para los manuales escolares.

800 EXPOSITORES

Juan de Isasa se congratuló de que estas mejores relaciones de ahora con el Gobierno vayan a permitir que la decimosexta edición de la Feria Líber, que se inaugur oficialmente mañana en Barcelona, se celebre en un clima más sosegado que la del año pasado.

Entre el martes y el sábado, se darán cita en la Fira de Barcelona un total de 800 expositores en lo que se considera la feria más importante de cuantas se celebran en el ámbito de la lengua hispana. Líber 98 rendirá homenaje al responsable de Planeta, José Manuel Lara, y tendrá como país de honor invitado a Brasil.

La industria editorial española ocupa la quinta posición a nivel mundial y la tercera de uropa, con unos ingresos registrados el año pasado de 375.000 millones de pesetas en el mercado interior y de 70.000 millones en el exterior.

Juan de Isasa dijo que la nota negativa del sector este año es que las ventas en el extranjero crecen de manera importante, pero el comercio interior del libro "no termina de despegar todo lo que quisiéramos".

Entre los aspectos positivos de este año figura el "boom" de las ediciones de bolsillo, a la que se han apuntado la mayoría de las grandes firmas.

"Es una idea muy buena, porque están apareciendo bastantes lectores nuevos por estos libros de calidad más baratos, que descubren el placer de la lectura y que a partir de ahí pasan a ser aficionados habituales", señaló Isasa.