De este modo, estará formado por PSC, ERC, En Comú Podem, Impulsem Penedès y Junts per Igualada. Los de Junqueras aseguran que con su entrada se va a constituir un Ejecutivo “amplio, diversos y progresista” que acaba siendo un “reflejo fiel de la pluralidad política presente en los municipios de la demarcación de Barcelona”.

En concreto, ERC gestionará la presidencia en: Área de Buen Gobierno, Transparencia y Participación; Área de Feminismos e Igualdad; Área de Educación, y Área de Comercio y Consumo. Asimismo, este partido también tendrá parte de responsabilidad en el Área de Entorno Natural e Infraestructura Verde.

Desde ERC garantizan que aportarán “una mirada integral al territorio con un principio muy claro de equidad territorial en una demarcación donde conviven las grandes ciudades metropolitanas y Barcelona, con municipios medianos y otros con realidades tan diferentes como el municipio menos poblado de Cataluña, Gisclareny”.

Por su parte, el PSC subraya que el acuerdo alcanzado con ERC “refuerza” el “pacto de progreso que gobernará la Diputación de Barcelona los próximos cuatro años”, así como la “estabilidad” de un ejecutivo que “se pone al servicio de los municipios y de los ciudadanos” que viven en esta provincia.

Se trata, según la presidenta, Lluïsa Moret, de un gobierno que tiene la voluntad de “tejer alianzas con todas las instituciones, fuerzas políticas, agentes económicos y sociales, entidades cívicas, educativas y culturales de los 311 municipios de la provincia” para contribuir al “avance social y territorial de los valores del progreso y del respeto a la convivencia y a la diversidad”.