Todos los años, coincidiendo con la Asamblea General de la ONU, se convocan unas conferencias sobre Promesa de Contribuciones, en las que los Estados, de acuerdo con su nivel de desarrollo económico y sus disponibilidades presupuestarias, anuncian la cuantía de sus ayudas para el año siguiente.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) constituye la aportación mayor, con 1.000 millones de pesetas. Después, vienen Unicef (275 millones), Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (270 millones) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refuiados (175 millones).

Otras organizaciones que resultan favorecidas por el Gobierno español son el Comité Internacional de la Cruz Roja (150 millones), Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (90 millones), el Programa Mundial de Alimentos de la ONU y la Fao (85) o el Fondo de la ONU para Actividades en materia de Población (50).

España ayudará también con 65 millones al Fondo de las Naciones Unidas para la Fiscalización del Uso Indebido de las Drogas y, con 25 millones, al program de la Organización Mundial de la Salud sobre el sida.

Estas contribuciones voluntarias "tienen una gran importancia para nuestro país, no sólo por los retornos que generan, sino especialmente por los resultados políticos, económicos y, en algunos casos humanitarios, para numerosos países en vías de desarrollo", señalan fuentes oficiales.