Esta normativa se aplicará no sólo a los usuarios de perros guía, sino también a todas las personas con discapacidad auditiva, física, autismo o determinadas enfermedades que son asistidas por perros especialmente adiestrados para guiarlas, ayudarlas en las tareas diarias o avisarlas de peligros inminentes.

La nueva ley también garantizará el acceso a los alojamientos, establecimientos, locales y transportes públicos a las personas con discapacidad y a sus perros de asistencia.

Además, regula el adiestramiento y atención sanitaria de este tipo de perros, así como los centros encargados de hacerlo.