En una entrevista concedida a Servimedia, Garzón afirma que aunque es "preocupante" el grado de corrupción política en España, no es necesario llegar a los métodos empleados por otros países, como Italia o Francia. Se opone rotundamente, sin embargo, a una posible "ley del perdón" para los políticos corruptos.

-Pregunta: ¿Qué le parece la elección del nuevo Gobierno por Felipe González, especialmente el nombamiento de Juan Alberto Belloch como ministro de Justicia?

-Respuesta: Creo que ha sido una elección acertada, en la línea de lo que propone Felipe González, con cierto grado de continuismo en algunas carteras pero también con innovaciones importantes.

La elección de Juan Alberto Belloch como ministro de Justicia me ha sorprendido gratamente porque es una persona en mi opinión enormemente competente y creo que Felipe González ha tenido una decisión excelente. Belloch tiene una inmejorable trayectria jurídica, especialmente en la labor que ha realizado como vocal del Consejo General del Poder Judicial.

-P: Su compañero de candidatura y ex juez Ventura Pérez Mariño declaraba hoy que no descartó llegar a entrar en la cartera de Justicia. ¿Usted pensó lo mismo?

-R: No me preocupan las cuestiones sobre ser ministro o no ministro. Mi decisión al pasarme a la vida política estaba basada en otra idea, una idea de desarrollo de una labor parlamentaria, de ser útil en lo que yo sé y conozco, como on los temas de Justicia e Interior, entre otros. Hablar de ministerios no me interesa por ahora, porque no era esa la razón fundamental que me llevó a aceptar entrar en política.

-P: Dejemos los ministerios y hablemos de sus preferencias parlamentarias. ¿Qué comisiones le interesan más para desarrollar su labor?

-R: Dentro del grupo parlamentario pedí formar parte, por este orden, de las comisiones de Justicia, Interior, control de RTVE, Defensor del Pueblo y Relaciones Internacionales. Mi deseose orienta especialmente a Justicia e Interior, pero todas las peticiones deberán ser estudiadas en el seno del grupo.

-P: Usted se ha manifestado en numerosas ocasiones en contra de todas las formas de corrupción política. ¿Luchará por aprobar en esta legislatura una auténtica ley anticorrupción?

-R: No creo que en España sea necesaria aún una ley anticorrupción más allá de la estrictamente referida a financiación de los partidos políticos. En este último ámbito sí creo que hay que actuar enérgiamente.

No estamos en los grados de corrupción de nuestros vecinos italianos ni creo que sea conveniente aplicar al sistema jurídico español el ejemplo de otros países cuya realidad no es comparable a la nuestra.

-P: Sin embargo, usted ha reconocido que la corrupción en España es cuando menos "preocupante".

-R: Es preocupante porque en los últimos años la corrupción ha ido penetrando en el tejido político y social español y hay un momento en que puede empezar a minar las estructuras del Estao. Hay que evitar ese momento.

Por supuesto, creo que es necesario profundizar por ahora únicamente en temas de financiación irregular de los partidos políticos para que se acaben estos comportamientos, pero lo que tampoco estoy dispuesto es a apoyar 'leyes de perdón' para los políticos que puedan estar implicados actualmente.

-P: ¿Desearía especializarse dentro de su grupo en investigaciones sobre corrupción?

-R: Las comisiones no están constituidas aún. En septiembre habrá que hablar sobrecuál será mi misión como parlamentario. Por ahora sólo existen conjeturas e irrealidades y a mí me gusta hablar de realidades.

-P: En cualquier caso, estos temas son los que más domina...

-R: Evidentemente espero desarrollar mi labor en aquello de lo que sé y conozco.

-P: Durante esta semana usted dirige en El Escorial el seminario "Criminalidad organizada". ¿Qué tiene de especial para usted un foro lleno de alumnos?

-R: Aunque no es una experiencia extraordinaria, es una oportunidad esecial... lo he creído importante y así se lo he pedido a los alumnos que han acudido al curso: que se preocupen de los temas que tratamos antes de entrar en el aula; temas que pueden ser muy profundos, como la mafia, la corrupción política, el tráfico de drogas y el papel del Estado de Derecho en todo esto.

Es importante que se den cuenta de lo que implican estos asuntos; nuestra finalidad no es otra que ser conscientes de lo que significa la corrupción y la criminalidad organizada que minan nuestro sstema de derecho. La acción educativa de destacados juristas y responsables de seguridad colaboran sin duda a crear una conciencia de la anticorrupción en la juventud.