En su discurso en el debate sobre el estado de la autonomía, Fraga alternó argumentos en favor de un mayor poder territorial con otros contrarios al exceso de ambición en este sentido.

"Las nacionalidades y regiones deben abstenerse de acciones reivindicativas que, yendo más allá de su legítimo derecho al autogobierno, pongan en peligro la solidaridad económica y la unidad política", dijo. Fraga defendi la posibilidad de que un consejero autonómico represente a España en el Consejo de Ministeros de la UE.

Fraga abogó en más de una ocasión por su conocida propuesta de administración única, pero se movió siempre dentro de la "indisoluble unidad de la nación" y consideró imprescindible un poder central en asuntos como política exterior, defensa, ordenación general de la economía, sistema fiscal o seguridad social.

El presidente de la Xunta alertó contra las tentaciones del Estado de aprovechar la onstrucción europea como coartada para reasumir competencias ya descentralizadas y criticó que en España exista "absoluta prevalencia de la bilateralidad sobre la multilateralidad" de las relaciones entre comunidades y Estado.

Fraga apostó por desarrollar al máximo el estado de las autonomías para evitar pugnas constantes y desequilibrios provocados por situaciones de privilegio -por razones coyunturales o de color político- que pondrían en crisis el propio sistema.

CRITICAS A CATALUÑA

Fraga inrodujo en su discurso abundantes críticas a las posturas reivindicativas de País Vasco y Cataluña, y reiteró su rechazo a la existencia de autonomías de primera categoría. Hablando siempre en nombre de Galicia, Fraga dijo no entender que, mientras se agiliza significativamente el traspaso de competencias de orden público en favor de Cataluña, el Estado se niegue a adscribir a Galicia las unidades de inspección del juego, dentro de las competencias propias de Galicia.

El titular del Gobierno gallego afrmó que "Galicia no entiende que un ministro de Economía negocie los presupuestos con un presidente de comunidad autónoma ignorando a los demás" y reclamó para Galicia el mismo rango y techo competencial que para Cataluña y País Vasco. Acto seguido, añadió: "Lo que Galicia pide para sí misma no se lo niega a las otras dieciseis".

Manuel Fraga desarrolló luego los pilares básicos en los que, a su juicio, debe asentarse el marco estable para la consolidación del estado de las autonomías: la reforma del enado para lograr que sea verdadera cámara de representación territorial, la participación de las autonomías en el Consejo Económico y Social, creación de una conferencia de presidentes de comunidades autónomas presidida por el jefe de Gobierno estatal y la articulación de una normativa legal que garantice la participación activa de las autonomías en la política estatal llevada al ámbito comunitario.

A juicio de Fraga, el Senado es "una instancia vacua". Para poner fin a esta situación reclamó una "reorma mínima" de la Constitución. Pidió reducir de cuatro a tres los senadores por provincia y elevar el número de los designados por las comunidades autónomas hasta un total del doble de las provincias que las componen, manteniendo además la regla de un senador por cada millón de habitantes.

Manuel Fraga reclamó que el Gobierno remita al futuro Senado temas de planificación económica general, la legislación básica y reformas de los estatutos de autonomía, entre otros.

Sobre la propuesta referida l Consejo Económico y Social, Fraga estimó que va orientada a impedir la marginacion de comunidades autónomas en el proceso planificador general. Como ejemplo que, en su opinión, no puede repetirse mencionó el hecho de que todo un Plan Director de Infraestructuras 1993-2003 fuera realizado sin consultar a las autonomías.

La conferencia de presidentes autonómicos serviría de "enganche" por arriba a las reuniones de las conferencias sectores que existen ahora. Finalmente, defendió que las relaciones ant la UE no son internacionales, y apuntó que la lealtad constitucional debe tener dos direcciones y que en esta materia el Estado debe ejercerla hacia las autonomías.

Fraga propugnó una ley reguladora de la participación de las comunidades autónomas en el proceso de formación y ejecución de la voluntad del Estado en la Unión Europea. La conferencia de presidentes serviría para que el Estado pusiera a las autonomías al tanto de las novedades normativas de la UE, de acuerdo con su planteamiento.

En a propuesta de Fraga, las autonomías tendrán derecho a enviar un delegado ante la representación permanente de España en la UE. Los delegados autonómicos estarían presentes en los foros de negociación de las decisiones del Consejo.

CONSEJEROS EN REPRESENTACION DE ESPAÑA

Según Fraga, tampoco debe excluirse la posibilidad de que, con carácter excepcional, la representación del Estado en el Consejo de Ministros sea asumida por un consejero de gobierno autonómico, como está establecido en Alemania y Bélica.

La segunda mitad de su discurso, contenido en 119 folios que desarrolló en algo más de hora y media, la dedicó Fraga a repasar los últimos logros de su Gobierno, entre los que destacó la lucha contra incendios.

También aprovechó para anunciar varios proyectos legislativo para regular el régimen local en Galicia, los planes comarcales, la lucha contra las drogodependencias, la vivienda o la sanidad. Del mismo modo, dijo que se aprobarán la compilación del derecho civil de Galicia y la creació del Consejo Consultivo de Galicia.