En una nota, el foro destaca que "incluso en el escenario teórico más desfavorable -y, a la sazón, inverosímil- el contagio alimentario no tendría por qué producirse, pues el cocinado adecuado de la carne cruda o los tratamientos de curación de jamones y embutidos han demostrado su eficacia para inactivar virus más resistentes que el AH1N1 de la nueva gripe".

Asimismo, recalca que las recientes declaraciones de la OMS, en las que desaconseja el consumo de carne cruda de cerdo, ante la "ausencia de evidencia" de transmisión de la nueva gripe por esta modalidad de consumo, sólo pueden entenderse referidas a la prevención frente a escenarios teóricos absolutamente inverosímiles en cualquier país desarrollado.

Además, señala que la comunidad científica no ha identificado, por el momento, "células diana" en el aparato digestivo que puedan ser puerta de entrada del virus, a diferencia de lo que ocurre en el aparato respiratorio.

Por ello, apunta que la OMS simplemente incide en la necesidad obvia de que cualquier animal destinado al consumo humano sea sometido a los controles veterinarios pertinentes, para proteger la salud del consumidor frente a cualquier enfermedad.

Según el foro, gracias a los exhaustivos controles a los que son sometidos los animales a lo largo de todo el camino "del campo a la mesa", un animal porcino afectado de gripe no superaría los controles ante-mortem y post-mortem de la inspección veterinaria en matadero.

"La carne de un animal enfermo no ingresa en la cadena alimentaria. La carne de un animal enfermo se decomisa y destruye, no se almacena en congelación", asegura.