Según publica hoy "El País", directivos de Correos filtran a sus empleados las direcciones de los auditores para amañar los controles de calidad ordenados por el Ministerio de Fomento. De esta forma, los auditores reciben un trato preferente como si fuera el habitual.

Fomento asegura que "no tiene constancia de que se haya producido filtracióncomponenda alguna para alterar los resultados de los distintos procesos de medición de la calidad del servicio postal. Ante cualquier eventualidad de esa naturaleza -añade la nota- la Subdirección General de Regulación de Servicios Postales actuaría con todo rigor y usando todos los instrumentos que el ordenamiento jurídico vigente pone a su disposición".

Según Fomento, anualmente se realizan mediciones de control de calidad del servicio postal y tanto en el 2000 como en el 2001 se llevaron a cabo "mdiante un diseño muestral efectuado por expertos estadísticos, quedando garantizada la representatividad de los datos recogidos".

A lo largo del 2002, añade el departamento que dirige Francisco Alvarez Cascos, "se llevarán a cabo cuatro controles, separándose, para mayor garantía, los momentos en que se realice la medición de los tiempos medios de esperas en oficinas, de la medición de los plazos de entrega de la correspondencia".