Así lo indicó en la reunión de la junta directiva de Foment del Treball para valorar la actualidad de la patronal catalana y el contexto económico y social.

Sánchez Llibre aseguró que “hay que gestionar con más eficiencia los Fondos Next Generation, que todavía no están teniendo el impacto positivo que esperábamos" y añadió que "el control de la inflación debe ser prioridad para no provocar más diferencias sociales de las que ya sufrimos”.

Además, recordó que los costes energéticos siguen perjudicando a "muchos sectores industriales" los cuales, en algunos casos, ven “comprometida su continuidad”, pero no quiso hacer "una valoración pesimista".

“El año que acabamos de empezar nos debe permitir recuperar tiempo perdido; después de unos años de fuerte inestabilidad política, la pandemia, y ahora la guerra de Ucrania, han provocado una situación económica muy compleja que necesita Gobiernos fuertes y cohesionados”, continuó.

La patronal destacó que en el contexto económico actual sigue prevaleciendo “el gran nivel de incertidumbre en relación con la economía y los principales elementos que han afectado a su evolución”, tales como la guerra en Ucrania, los problemas logísticos y de abastecimiento, los precios de la energía y la respuesta de la política económica.

Asimismo, apuntó que todas las previsiones para 2023 se han ido recortando a lo largo del año, para terminar “en estimaciones muy magras respecto a lo inicialmente estimado, con una tendencia marcada a la moderación”. En este sentido, la Comisión Europea prevé un crecimiento del PIB de 3,3% en la UE y de 3,2% en la zona euro para este nuevo curso, y de 0,3% en ambos casos para 2023.

Foment subrayó que la economía española y catalana “moderarán su ritmo de expansión, a diferencia de Alemania o Italia donde se prevén contracciones de la actividad, pero también debe tenerse en cuenta que nuestras economías todavía no han alcanzado el nivel de PIB anterior a la crisis del covid-19”.

En cuanto a sus datos internos, la patronal catalana señaló que el cierre del ejercicio 2022 arrojó un superávit de 276.363 euros, debido a la incorporación de nuevos socios y al mantenimiento de los distintos programas de la patronal catalana. El presupuesto para 2023 está previsto en 7,8 millones de euros.