En el caso de los trabajadores de países de la Unión Europea, el porcentaje de contratos temporales formalizados fue del 75%, frente al 86,8% del ejercicio anterior. En el caso de trabajadores extracomunitarios, el 80,6% de los contratos fueron temporales, frente al 90,3% de un año antes.

Por sexos, en los datos acumulados de enero y febrero de 2021, los contratos a mujeres representaron el 32,6%, mientras que este año la proporción se ha elevado hasta el 37,1%.

Los contratos temporales formalizados con mujeres extranjeras han pasado de representar el 85,8% en los dos primeros meses de 2021, al 75,8% en 2022. En el caso de los hombres, el porcentaje ha disminuido del 91,1% en 2021 al 81,3% en 2022.

Pese a estas cifras, UGT reclamó el “impulso” de la contratación indefinida para los trabajadores de nacionalidad extranjera. En este sentido, el sindicato destacó que la “positiva incidencia de la reforma laboral” debe alcanzar al conjunto del mercado de trabajo.

“La temporalidad ha sido una característica de la contratación de este grupo de población, dando lugar, junto a otros factores de precariedad, a los niveles más altos de la Unión Europea en pobreza laboral”, añadió.