Tradicionalmente, Pujol no asiste a esta celebración, que se conmemora con un desfile militar, seguido de una recepción ofrecida por los monarcas a los representantes de las instituciones y los partidos políticos.

Tan sólo el pasado año, el presidente de la Generalitat hizo acto de presencia para enjuar en parte el efecto de unas declaraciones suyas que merecieron la reprobación general de las fuerzas políticas de ámbito nacional.

Días antes de la conmemoración de la Fiesta Nacional, Pujol afirmó que Cataluña es una nación, pero que España no lo es. En desagravio por esta declaración y ante la cercanía de la ceremonia, Pujol decidió hacer un gesto que significara el reconocimiento de los simbolos que representan la unidad del Estado español.

Sin embargo, superado ese bache y en plena campaña lectoral, el presidente de la Generalitat no se plantea su presencia en la recepción real, ya que tiene prevista una apretada jornada de campaña electoral, según informaron fuentes de la Generalitat y de CiU.

Al igual que Pujol, el lehendakari vasco suele ser uno de los ausentes habituales de esta celebración. A día de hoy, el Ministerio de Defensa no ha recibido excusas formales de ninguno de los invitados a la recepción, pero suele ser habitual que algunos no se presenten sin disculpar su inasistenca.