FERNANDO ARRABAL, MUY SATISFECHO POR EL ALUVION DE LLAMADAS RECIBIDAS EN EL PROGRAMA DE TVE "QUIEN SABE DONDE"
- El escritor presenta en Madrid "Ceremonia por un teniente abandonado", inspirada en la desaparición de su padre
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El escritor y dramaturgo Fernando Arrabal, que ha solicitado la ayuda del periodista Paco Lobatón para intentar averiguar el paradero su padre a travé del espacio "Quién sabe donde", se mostró hoy muy satisfecho por el "aluvión" de llamadas recibidas en este espacio tras la emisión ayer de su caso.
El padre del escritor, el teniente Arrabal, fue detenido y condenado a muerte por no sumarse al golpe de Estado del 17 de julio de 1936 en Melilla. Esta pena fue conmutada después por otra de seis años y un día.
"Paco Lobatón es una persona encantadora. Me pareció ideal acudir a su programa para intentar dar con mi padre. Se ha presentado el caso aljado de la frivolidad, con seriedad y sin atacar a nadie", afirmó el escritor durante la presentación de su último libro "Ceremonia por un teniente abandonado", basado precisamente en la desaparición y búsqueda de su padre.
El padre de Arrabal era también pintor y, durante sus años en la cárcel, realizó centenares de retratos de los presos. "Ha habido un aluvión de llamadas sobre los cuadros, dibujos y fotografías que puedan arrojar pistas sobre su paradero", aseguró el autor.
Fernando Arrabal, aincado en París, define "Ceremonia por un teniente abandonado" como una "carta de esperanza que rompe con la idea de los buenos y los malos". El autor se mostró a favor de cultivar la memoria para que no se repitan episodios históricos tan dramáticos como la "incivil Guerra Civil española".
El autor de "Carta al general Franco", escrita en vida del dictador, desveló que ha mantenido reuniones con la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, y con su antecesora en el cargo, la socialista Carmen Alborch, ara hablar del posible traslado de su legado a España.
"Las dos fueron muy amables y me propusieron la creación de una fundación como vía para organizar el traslado. No tengo ganas de hacer una fundación, porque es un proceso engorroso y perdería mi inspiración", apuntó el escritor.
(SERVIMEDIA)
10 Mar 1998
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