La ONG hizo balance de su acción en medio de una crisis global provocada por los efectos devastadores de dos años de pandemia por la covid-19, a los que se sumó la crítica situación humanitaria y económica que está ocasionando el conflicto en Ucrania.

El director general de Farmamundi, Joan Peris, destacó que, en este segundo año de pandemia, han conseguido redoblar sus esfuerzos para mejorar el acceso a la salud de las poblaciones que se encuentran “en mayor situación de vulnerabilidad por la covid-19”, aplicando un enfoque “de prevención, control y vigilancia epidemiológica”.

Asimismo, señaló que la organización ha enviado 123 toneladas de medicamentos, material sanitario y de protección a 37 países del mundo, especialmente en países como Bolivia, Brasil, Guinea Ecuatorial, Haití, India, Líbano, Paraguay y Túnez, en los que se ha repartido 35 toneladas de ayuda humanitaria sanitaria para combatir la pandemia.

Otro gran reto de la organización “ha sido y es” seguir exigiendo justicia social y conseguir una comunidad comprometida con los derechos humanos y “donde las personas seamos las protagonistas de nuestro propio desarrollo”, recalcó Peris.

Entre las ayudas humanitarias que han realizado destacan el trabajo en en República Democrática del Congo (RDC) tras la erupción del volcán Nvirangongo y en Haití tras el terremoto de 7,2 grados de magnitud y la tormenta tropical Grace que sucedió en el mes de agosto.

Además, Farmamundi retomó la actividad educativa presencial, con acciones tan variadas como los cursos de formación en buenas prácticas de cooperación y acción humanitaria, Saludemia, la campaña para las donaciones de medicamentos, las exposiciones con testimonios de personas refugiadas y desplazadas o el lanzamiento del documental ‘El peso sobre mi’ sobre los cuidados.