Durante su intervención, el subdirector de la agencia alimentaria de la ONU criticó que "en pocas semanas los países desarrollados han decidido dedicar cantidades millonarias para salvar el sistema financiero", cuando "los 20.000 millones de dólares anuales que se necesitan contra el hambre no acaban de llegar".

Con el Día Mundial de la Alimentación, que este año se celebra bajo el lema "Seguridad alimentaria mundial: los desafíos del cambio climático y la bioenergía", la FAO quiere llamar la atención sobre los 925 millones de personas que pasan hambre en el mundo actualmente, cifra equivalente a la población mundial total existente a fecha de la Revolución Francesa (1789).

Tras insistir en que "los biocombustibles no han de ser considerados como la causa fundamental de la subida del precio de los alimentos", Sumpsi recalcó la "oportunidad" para el desarrollo rural que suponen, aunque también recordó los "riesgos" para la seguridad alimentaria que entraña apostar por ellos.

Recordó que, para abastecer a la creciente población mundial, habrá que incrementar la producción agraria mundial en un 30% para 2030 y, para 2050, duplicarla, "tarea ingente a la que habrá que dedicar grandes esfuerzos".

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, apostó en este acto por trabajar "con urgencia" hacia "una nueva forma de pensar que esté a la altura de la complejidad y de los retos a los que se enfrenta la humanidad".

"Hoy no es un día de celebración, sino de reflexión. La seguridad alimentaria no será viable si no encontramos nuevas formas de hacer política. Cuenten conmigo para trabajar en ello", concluyó la ministra.

Al acto asistieron, además, el presidente de la Asociación España FAO, Jaime Lamo de Espinosa; el rector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Javier Uceda, y Jesús Vázquez, director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la UPM.