En una carta que publica el diario "El País", la esposa de Azcona, Susan Youdelman, y sus hijos, Daniel y Bárbara, elogian "los excelentes cuidados médicos" que recibió Rafael en este centro desde que se le diagnosticó el cáncer de pulmón en julio de 2007.

"Siempre nos atendieron con un trato amable, cuidadoso y respetuoso", afirman los familiares, que mencionan en concreto a los doctores Adela Bartolomé, Daniel Castellano, Adolfo Gómez Embuena y Pablo Lázaro y de Mercado, y a las enfermeras Raquel y Merche.

La carta dedica un agradecimiento especial al jefe del Servicio de Neumología, Francisco Pozo, "por haber establecido con él una relación de confianza, disponibilidad y franqueza que le ayudaba (nos ayudaba) a frontar su enfermedad.

En cumplimiento del expreso deseo del guionista, la familia de Azcona no comunicó el fallecimiento hasta dos días después de la muerte, y una vez que sus restos fueron incinerados.