En la misiva, el ministro se solidariza con la familiade Julio Iglesias y se pone a su disposción para cualquier cosa que pueda necesitar. "Es una carta muy correcta, muy amable; además ha tenido el detalle de añadir una frase de su puño y letra", afirmó Elósegui, al tiempo que añadió que "estos actos suponen una inyección de moral para la familia".

El abogado donostiarra subrayó que "aún no hemos tenido noticia alguna sobre ningún tipo de reivindicación económica por parte de la organización terrorista".

Asimismo, aseguró que las pegatinas en las qe se exige a Julio Iglesias que pague el rescate no se deben a que exista establecido un rescate, "sino que son una reacción a los lazos azules".

El portavoz de la familia señaló que la Ertzaintza había recibido unas llamadas en las que se decía que Julio Iglesias estaba muerto, pero que no tenían ningún tipo de fundamento ya que después de revisar las zonas donde se aseguraba que estaba el cuerpo se comprobó que eran falsas.

"En estas circustancias siempre suele aparecer el clásico sicópata, peronas anormales que aprovechan estas situaciones para hacer cosas muy extrañas y desagradables", dijo Elósegui.

Por su parte, la familia del industrial mantiene la esperanza en que el secuestro de Julio Iglesias finalice felizmente. "Les mentalizamos que cada día que pasa es un día menos. No podemos permitirnos el lujo de perder la serenidad y no nos toca otra cosa que esperar", explicó el portavoz.

Según Elósegui, Marisa Lizeaga se encuentra pasando unos días en el caserío donde están sus hijos dsde que Julio Iglesis fue secuestrado, con el objetivo de ir preparando psicológicamente a los niños y darles la noticia de que su padre está secuestrado.