Así lo refleja la última edición del informe Mobility Consumer Index de EY, realizado a partir de un sondeo a más de 15.000 participantes de 20 países (incluido España).

En esta última edición, el 66% de los consumidores españoles que declaran la intención de adquirir un vehículo en los próximos dos años, se decantaría por uno eléctrico, frente al 63% del mismo periodo del año anterior.

A este respecto, el informe concluye que el aumento del precio del combustible (42%), seguido de la sostenibilidad (35%); se convierten en las dos principales motivaciones para la compra de vehículos eléctricos.

De hecho, destaca que en España el interés por el vehículo completamente eléctrico es el que más crece de un 18% a un 21%, mientras que los híbridos e híbridos enchufables siguen siendo la opción más atractiva (45%).

Adicionalmente, la investigación revela que los desplazamientos en coche privado por motivos de trabajo o estudios en España han aumentado un 11% en tan solo un año (8% en desplazamientos por trabajo); lo que supone el mayor aumento de todos los países encuestados.

Por contrapartida, España se sitúa como líder europeo en transporte público por motivos no laborales, aumentando un 3% respecto a 2022 (47%).

Según el socio responsable del sector de Automoción y Transporte en España de EY, Xavier Ferré, “los resultados de la encuesta en España reflejan que los españoles están dispuestos a adoptar la movilidad eléctrica y, el factor económico ha pasado a ser el más relevante debido a la crisis del coste de la vida y el aumento de los precios”.

A nivel mundial, la intención de compra para adquirir un vehículo nuevo o usado en los próximos 24 meses se estabiliza con un descenso del 1% a nivel global. Países como China, estados Unidos y algunos mercados emergentes, como India, Brasil o México, lideran la intención de compra de vehículos (nuevos o usados) en el mundo, mientras que Italia se sitúa a la cabeza de Europa.

En este sentido, España sigue por encima de la media mundial (44%) con un 48%, convirtiéndose en el segundo país europeo con la cifra más alta por detrás de Italia (54%).

En cuanto a la intención de adquirir un vehículo eléctrico, tras China e Italia, que también lideraron la tabla la edición anterior; España se posiciona en el entorno de Noruega y Suecia, donde el coche eléctrico está mucho más implantado a nivel de cuota de mercado.

Si bien prevalece la inclinación por los modelos híbridos (HEV y PHEV), el crecimiento en España se produce, principalmente, por el aumento del interés en los vehículos completamente eléctricos (BEV), cuyo atractivo asciende del 17% al 21).