EXPERTOS EN LEUCEMIA MIELOIDE APUESTAN POR NUEVAS DROGAS FRENTE AL TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA COMO SOLUCIÓN PRINCIPAL
- Desarrollan dos tipos de inhibidores JAK2 para combatir la mielofibrosis, más potentes que fármacos como la Vidaza
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Expertos en leucemia apuestan por el uso de nuevos fármacos como alternativa al trasplante de médula, entendida hoy como única solución, o la más habitual, para el tratamiento del conjunto de leucemias mieloides.
También para afrontar los llamados síndromes mielodisplásicos (SMD), los expertos refieren "un nuevo grupo de fármacos muy relevantes como son los agentes demetilantes y la lenalidomida, que es el tratamiento de elección para pacientes con SMD y alteraciones del cromosoma 5. Los otros agentes son decitablina y 5-azadatidina", según explicó hoy Francisco José Tomás, jefe del Departamento de Hematología del Centro Oncológico MD Anderson Internacional España de Madrid.
Precisamente es MD Anderson de Madrid, en colaboración con MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas (Houston), quien ha convocado hoy y mañana una reunión de expertos en leucemia, en la que participan, entre otros, el doctor Francisco Cervantes, del Hospital Clínic de Barcelona; el doctor Mario Cazzola, de Pavia, y el doctor Hagop Kantarjian, de MD Anderson de Houston.
En la rueda de prensa de presentación del evento, Kantarjian y Tomás concidieron en que, frente a los síndromes mielodisplásicos, los citados fármacos ofrecen respuestas que aún están por estudiar.
En el caso de la lenalidomida, permite una reducción, o incluso la eliminación de la necesidad de transfusiones sanguíneas. Sobre la decitabina, el doctor Kantarjian señaló que los estudios realizados con este fármaco indican "una tasa de respuesta completa de casi el 40% y una respuesta objetiva en casi el 70% de los pacientes".
No obstante, continúan los estudios con diferentes dosis con el fin de mejorar los resultados ya que, según este especialista de Houston, "estamos pendientes de definir cuál es la mejor dosificación para la decitabina o la azacitidina, lo que conllevará un impacto importante en el pronóstico".
MIELOFIBROSIS IDIOPÁTICA
También se hablará en esta reunión de la mielofibrosis idiopática, considerado un síndrome mieloproliferativo, que es una patología mieloide pero encuadrada en lo que los doctores llaman síndromes mieloproliferativos crónicos, integrada por tres enfermedades: la policitemia vera, la trombocitemia esencial y la mielofibrosis idiopática.
Este último caso de enfermedad es mortal en la mayoría de los casos, es decir, no existe hoy por hoy fármaco o procedimiento curativo al cien por cien. No obstante, el doctor Francisco José Tomás atenúa esta realidad: "La palabra curación hay que cambiarla. No curamos la diabetes, no curamos la hipertensión... si no que vivimos con ella".
Al respecto, explicó hoy que "hay una serie de cánceres que lo que tenemos que intentar es que el paciente pueda vivir con ellos".
En este contexto, indicó que la mielofibrosis es una enfermedad para la que el único tratamiento que se ha demostrado curativo es "el transplante alogénico de médula ósea", aunque precisó que puede realizarse "en un fragmento muy pequeño de pacientes". Sin embargo, advirtió que "hay nuevas drogas y algunos fármacos que mejoran o que pueden mejorar a estos pacientes.
Por su parte, en relación a esta enfermedad, el doctor Hagop Kantarjian, de MD Anderson de Houston, detalló que la mielofibrosis "se podría considerar prima de la leucemia mieloide crónica. Estas dos enfermedades", agregó, "codifican una serie de anomalías genéticas, en el caso de la leucemia mieloide crónica el cromosoma Filadelfia y para eso existe un fármaco que se llama Glivec, que consigue una curación funcional, es decir, que estos pacientes pueden llevar una vida normal".
"Y en el caso de la mielofibrosis", que es una enfermedad molecular, "existe el problema a nivel genético de la mutación del Jak2, donde actualmente se están desarrollando inhibidores de Jak2 que podrían cambiar la evolución y el curso de esa enfermedad y pasaría de ser una enfermedad mortal a ser una enfermedad controlable como es la leucemia mieloide crónica", auguró.
En recientes encuentros de expertos, dijo Kantarjian, han sido presentados datos de dos de estos inhibidores que se están desarrollando "aunque no tienen nombre todavía y que están teniendo muy buenos resultados preliminares".
Preguntado sobre la utilidad de la azacitidina o Vidaza para esta enfermedad, un tipo de antimetabolito que se emplea en algunos hospitales españoles, entre ellos el de Puerta de Hierro, reconoció que "es uno de los agentes que se están utilizando pero parece que estos inhibidores de Jak2 son mucho más potentes", aseveró.
El síndrome mielodisplásico (SMD) es un trastorno hematológico caracterizado por un fallo en la producción de células sanguíneas, hematíes, leucocitos y plaquetas, que puede derivar en una leucemia agua.
La mayoría de los pacientes que lo padecen sufren anemia y cansancio, haciéndose necesaria la transfusión de glóbulos rojos. Esta dependencia de transfusiones provoca una sobrecarga de hierro en el organismo que puede generar toxicidad o hacer peligrar la vida del paciente.
El encuentro de estos dos días se centra en los avances en leucemias mieloides, aquellas en que las células tumorales son las precursoras de los glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos distintos de los linfocitos.
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2008
L