Desde mañana y hasta el próximo día 28, ese equipo estudiará el estado de conservación que presenta el monumento, el entorno en el que está enclavado y las peculiaridades que presenta el tráfico rodado de la ciudad castellana, ya que tienen el proyecto de aconsejar una reordenación de la circulación.

El 15 de julio de 1992 el Ayuntamiento de egovia cortó el tráfico rodado a través de los arcos del acueducto, tras detectar que existía riesgo de derrumbamiento en tres de ellos.

Hasta esa fecha transitaban unos 30.000 vehículos diariamente por debajo del monumento romano, encrucijada de todas las vías de circulación de la ciudad.

El grupo de expertos lo integran los italianos Bruno Gabrielli, presidente de la Asociación Italiana de Urbanistas de Centros Históricos y profesor de la Universidad de Genova; Giorgio Croci, profesor de la Uniersidad de la Sapienza de Roma; el alemán Bernard Winckler, especialista en ordenación de la circulación en los centros históricos, y Daniel Paunier, director del Instituto de Arquelogía de la Universidad de Lausana y catedrático de la de Ginebra.