Entre un 2 y un 5 por ciento de los niños son alérgicos a la leche de vaca y a sus derivados, intolerancia que se presenta en la primera infancia y que suele desaparecer a los dos o tres años de vida.

Los síntomas más frecuentes de estas alergias aparecen en el estómago, aunque muchos niños sufren erupciones en la piel y alteraciones respiratorias que pueden incluso ocasionarles la muerte.

El origen de las alergias a la leche todavía es desconocido y su tratamiento clínic está basado exclusivamente en la prevención, sustituyendo este alimento, según el doctor Manuel Marín, responsable de alergias pediátricas de La Paz.

Cada fórmula infantil es estudiada mediante sistemas bioquímicos para conocer su potencial alérgico. Las fórmulas más hidrolizadas son las que tienen una menor agresividad y un riesgo practicamente nulo, en opinión del doctor Ulrich Wahu, profesor de Pediatría del Hospital Infantil Universitario de Berlín.

Este especialista aseguró que, tras una laga investigación, su equipo ha podido demostrar que "algunos niños con alergia a la leche tienen reacciones a fórmulas que contienen proteínas parcialmente hidrolizadas, mientras que no mostraron síntomas ante fórmulas muy hidrolizadas".

También aseguró que los preparados de soja son muy eficaces para evitar estas alergias, ya que este producto no contiene el agente causante, la proteína de la leche.