Uno de los documentos, "El problema de la eutanasia. Causas, situación y actuaciones recomendables", escrito por el profesor Diego Gracia,recoge entre sus recomendaciones que "la persona es la única que puede decidir terminar con ella (su vida)", y apunta la responsabilidad del Estado sólo en los casos "excepcionales".

El consejo que discute los documentos, compuesto por 27 miembros (incluido Segovia de Arana y la presidencia de Honor que ocupaba Severo Ochoa), está formado por José Luis López Aranguren y Gregorio Peces-Barba; el Premio "Principe de Asturias" de Investigación Santiago Grisolía, también presidente del Comité de Coordinacón Científica de la UNESCO para el proyecto "Genoma Humano".

Asimismo, incluye a los médicos Rafael Nájera y Francisco Grande Covián, los ex ministros Ernest Lluch y Virgilio Zapatero; el catedrático y ex rector de la Universidad de Sevilla, Javier Pérez Royo; el catedrático Manuel Alonso Olea; y Carmen Mestre, presidenta de Cruz Roja Española, entre otros.

LA UNICA QUE DECIDE

"En una sociedad secular y plural resulta difícilmente discutible que, en principio, quién únicamente puede disponer dela vida de una persona es la propia persona", dice la ponencia en su primer punto de recomendaciones.

Y añade: "Ella (la persona) es, si no la propietaria, sí, al menos, la administradora de su propia vida, y la única que puede decidir terminar con ella. Sólo el Estado, y ello por razones extremas de bien común, puede hacer en casos excepcionales eso mismo".

Otra recomendación sugiere además la obligación de todo el personal sanitario, y en particular del médico responsable de un paciente, de evauar la capacidad de los enfermos para tomar la decisión voluntaria de morir.

Esta documentación, bajo el título genérico "Los problemas de la eutanasia", ha sido presentada hoy en el Ministerio de Sanidad por el presidente del Consejo Asesor de Sanidad, el doctor José María Segovia de Arana.

"Los problemas de la eutanasia" incluye además otras recomendaciones jurídicas del catedrático de Derecho y rector de la Universidad "Carlos III", Gregorio Peces-Barba.

El documento cree que "no ha llegao aún el momento de elaborar en nuestro país una ley sobre estas cuestiones" y reconoce que "es muy probable que (esta posible ley) aumentará las resistencias de la población e incrementará aún más la confusión ya existente".

Sin embargo, destaca que "el movimiento (social) debe empezar desde abajo, mediante el cambio de mentalidad de todos, ciudadanos y sanitarios", apuntando que el proyecto de reforma del Código Penal (que suaviza las penas a las personas que induzcan, colaboren o ejecuten la eutanaia) "parece que constituye una base legal suficiente y correcta para los próximos años".

AISLARLA DEL CODIGO PENAL

Peces Barba apunta en sus "Notas sobre la problemática ético jurídica de la eutanasia", que incluye el documento, que es necesario encargar un estudio más profundo sobre el tema, ya que en España "los datos son escasos", e incluso sugiere aislar el tema del Código Penal y aplicar una exclusiva "Ley de Eutanasia", de carácter orgánico.

El catedrático cree además que, aunque hay que efender el derecho a la vida, hay que matizar si una fase terminal permite al enfermo desarrollar esa vida de forma digna, y que hay que desvincular la eutanasia del suicidio, "ya que la propia muerte no lo realizaría una persona en plenitud intelectual y física, sino una vida irreversiblemente deteriarada".

Por su parte, el tercer ponente, Mark Siegler, director del Centro de Etica Clinica y Médica de la Universidad de Chicago y estudioso activo de enfermos terminales, expone de forma específica en "roblemas bioéticos al final de la vida salud y el proceso de morir" (tercer documento a discusión), la gran diversidad de procesos terminales y la necesidad de atención específica en cada caso.

Siegler afirma que hay que matizar con cuidado "quién está capacitado" para sugerir que es viable la eutanasia, y destaca "el protagonismo de los médicos en la capacitacion efectiva" de precisar las diferentes variantes que ofrecen los enfermos terminales.

EL CONSEJO, DIVIDIDO

"El consejo en ningún momeno intenterá ser vinculante", matizó el presidente del órgano asesor del Ministerio, quien apuntó además que "entre veintisiete miembros probablemente puede haber posibles divisiones".

Segovia de Arana declaró a Servimedia que su opinión personal es "la que recoge el código ético de los médicos, ésto es la defensa a ultranza de la vida".

El presidente del consejo mencionó un estudio sobre eutanasia realizado recientemente por el responsable del Servicio de Medicina Legal de la Universidad Complutese, Vicente Moya, entre 346 médicos, 346 enfermeras, 261 estudiantes de medicina y 156 jubilados de edad avanzada de Madrid.

Dicho estudio refleja que un 70 por ciento de los encuestados está a favor de la eutanasia pasiva y algo más del 34 por ciento de la activa en "determinadas circunstancias".

En la encuesta, el 55 por ciento de estas personas se declara abiertamente contrario a la eutanasia activa y el 10 por ciento completamente a favor de ésta.

De los encuestados, el 51 por ciento se eclara católico y el 48 por ciento no creyente o indiferente. Asimismo, el 37 por ciento dice ser de izquierdas, otro 37 de centro y el 27 de derechas (1 por ciento de error). El 59 por ciento de estas personas convive o ha convivido con algun enfermo terminal.