Según la investigación del juez, Jon Igor Solana y Harriet Iragi se desplazaron entre finles del mes de septiembre y principios del mes de octubre del año pasado a Sevilla desde Málaga, de modo que el 4 de octubre se dirigieron al coche del brigada del Ejército de Tierra José Manuel Velázquez Vázquez, forzaron la cerradura de la puerta delantera izquierda del vehículo y colocaron una fiambrera-bomba bajo el asiento del conductor.

El magistrado sostiene que ambos utilizaron información que previamente les facilitaron otros miembros de ETA no identificados entre agosto y septiembre del año asado.

El artefacto fue descubierto por el propio brigada, cuando al colocar el radiocassette del coche bajo el asiento se percató de la existencia de la fiambrera. Tras confirmar que no se trataba de comida preparada por su mujer, llamó a la Guardia Civil.

La bomba fue desactivada por técnicos del Tedax. La deflagración controlada provocó daños en el vehículo del militar, declarado siniestro total, y en algunas viviendas por valor de 866.718 pesetas.

Para el magistrado, los hechos descritospodrían ser constitutivos de un delito de homicidio terrorista en grado de tentativa imputable a Jon Igor Solana y a Harriet Iragi. El juez fija una fianza de 1.160.000 pesetas para cada uno de ellos para garantizar las responsabilidades civiles que se determinen en el juicio oral que se celebre en su día por estos hechos.

Jon Igor Solana y Harriet Iragi fueron detenidos en Sevilla, tras el asesinato del médico coronel Antonio Muñoz Cariñanos, el 16 de octubre de 2000.