Según consta en el escrito de conclusiones provisionales, hecho público hoy, Fungairiño considera probado que Arcauz Arana recibió la orden de la dirección de la banda terrorista de remitir paquetes bomba a personas que eran objetivos de ETA.

Así, Arregui Erostarbe, "no sólo ordenó a Arcauz que dirigiera dos paquetes bomba a militares que estaban destinados en el Cuartel de la Victoria, sede de a Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especial, del Ejército de Tierra, en Jaca (Huesca), sino que además le ayudó a confeccionar materialmente los letales envíos".

Arcauz y Arregui confeccionaron dos paquetes bombas en forma de libro que fueron remitidos a los sargentos del Ejército de Tierra Ramón Servet Buxadó y Joaquín Bordonada. El primero sospechó del sobre, por lo que lo llevó al Cuartel de la Victoria, donde fue desactivados por los especialistas de la Guardia Civil.

El segundo abrióel paquete, y "la violentísima explosión" le alcanzó en la cara y en las manos, provocándole la pérdida de varios dedos de la mano izquierda, heridas en el tórax y ceguera en el ojo derecho.

Para Fungairiño los hechos descritos son constitutivos de dos delitos de asesinato en grado de frustración, de los que son responsables Arcauz Arana y Arregui Erostarbe. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional pide para cada uno de ellos uno total de 50 años de prisión y que indemnicen a Bordonada con 180.303,63 eros (30 millones de pesetas).