Para ello, los científicos Marta Sánchez Díez, Carmen Ramírez Castillejo y Juan Manuel Pastor Ruiz realizaron un ensayo con el objetivo de evaluar la implicación de diferentes biomarcadores en la metástasis, además de la resistencia a quimioterapéuticos del cáncer colorrectal.

Su propósito es "incorporar en el sistema de salud nuevos biomarcadores" que permitan predecir la recaída y respuesta de los pacientes a la quimioterapia. Las primeras conclusiones a apuntan a que "la expresión de biomarcadores es variable en diferentes líneas celulares de cáncer colorrectal". Ello permite evaluar su relación con el tipo tumoral y resistencia a quimioterapia, para lograr "una medicina personalizada y de precisión".

Por otro lado, este trabajo "ha contribuido a describir el papel novedoso del biomarcador Trop2 en la resistencia a quimioterapia". Además, según explicó la UPM, se ha visto "que el biomarcador CD166 podría ser un factor pronóstico de la recaída de los pacientes y metástasis".

Esta publicación es una primera aproximación y caracterización de posibles biomarcadores. Según la Universidad, futuros experimentos moleculares permitirán "confirmar su papel para posteriormente validar su uso en la clínica".

Por ello, el grupo de investigación está colaborando con los hospitales Ramón y Cajal, Fundación Jiménez Díaz y Hospital Universitario de Ciudad Real. Otros hospitales, como el Puerta de Hierro de Madrid y el Hospital Virgen de la Salud de Toledo están evaluando ahora el proyecto.

TUMOR FRECUENTE

El cáncer colorrectal es el tercer tumor maligno más frecuente en el mundo, con 1,8 millones de casos por año, y es el cáncer con la tercera tasa de mortalidad más alta, el 8,9%. A pesar del incremento en la incidencia en los últimos años, la tasa de mortalidad asociada ha disminuido, "debido probablemente a las estrategias de detección precoz, como la prueba de detección de sangre en heces".

Hoy muchos pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal superan su enfermedad tras el tratamiento quirúrgico con o sin quimioterapia. “Sin embargo, la detección de la reaparición del tumor y la evaluación de la respuesta al tratamiento es de vital importancia ya que los pacientes pueden sufrir resistencia a algunos tratamientos y actualmente solo se identifica cuando el tumor ya ha aparecido, señalaron los autores del estudio.

Por ello, los investigadores destacaron que “es necesario el estudio de biomarcadores que nos permitan adelantarnos a la recaída y conocer la respuesta del paciente al tratamiento con el fin de ajustarlo lo mejor posible”.