Las estrechas medidas de seguridad marcarán el encuentro --------------------------------------------------------
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Todas las delegaciones participantes en la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo dispondrán en el Palacio Real de Madrid, sede del encuentro, de habitaciones de trabajo similares, en proporciones y decoración, para evitar suspicacias.
Estos gabinetes tendrán mesas de reuniones, teléfonos, fax y otras medidas técnicas para facilitar a los representantes internacionales sus contactos. También han sido habilitadas otrassalas, denominadas bilaterales, para que las delegaciones que quieran puedan dialogar conjuntamente.
En la seguridad, planificada por expertos norteamericanos, y en el protocolo, se ha cuidado hasta el más mínimo detalle, con el fin de que todos los asistentes dispongan siempre de una protección adecuada sin que estorbe a sus necesidades.
Durante este fin de semana, numerosos trabajadores se han afanado en poner a punto las estancias del palacio para que no falte ningún detalle, desde el circuitocerrado de televisión hasta los objetos de escritorio.
Las puertas han sido una de las principales obsesiones de los organizadores, que han elegido la Sala de Columnas del palacio como lugar oficial de la reunión, porque dispone de un buen número de ellas.
No sería la primera vez que los palestinos se niegan a entrar por la misma puerta por la que anteriormente habían accedido israelíes, o viceversa.
Pero no sólo las entradas preocupan al Gobierno español. Otros detalles, en apariencia triviles, como la mesa de reuniones, han sido especialmente cuidados.
TAMBIEN LAS MESAS
Un funcionario de La Moncloa recuerda que los participantes en un encuentro de este tipo estuvieron discutiendo seis meses, antes de comenzar la reunión, sobre cómo debía ser la mesa de las conversaciones.
Por ello, previsiblemente será utilizada una ovalada o redonda, que evita designar cabeceras y en donde todos estarán en una aparente igualdad de condiciones para comenzar a discutir.
Flores, comidas, refrscos y equipos médicos completan los servicios que tendrán los reunidos. En todos ellos se han tenido en cuenta las creencias religiosas o las costumbres de los participantes en la conferencia de paz, que lo primero que verán al llegar al Palacio Real serán las tanquetas de la Guardia Civil que custodian el edificio.
La obsesión por la seguridad presidirá esta "cumbre", que ha obligado a movilizar a un dispositivo policial de diez mil agentes, entre policías, guardias civiles y municipales.
A est despliegue, bautizado oficialmente con el nombre de "Operación Pax", se unirán efectivos del Ejército, que vigilarán los edificios oficiales que carezcan de servicios privados de seguridad.
Los representantes jordanos, palestinos, sirios, israelíes, americanos y soviéticos han acaparado no sólo la esperanza para lograr la paz en una de las zonas más conflictivas del mundo, sino que también han conseguido que Madrid esté "tomada" durante tres días por escoltas y fuerzas de seguridad.
LOS AMERICANOS ANDAN
La Administración norteamericana -y en menor medida la soviética-, ha sido la encargada de planificar la seguridad del evento, en el que España se limita a ejercer el papel de anfitrión.
Su afán por no descuidar ningún detalle ha provocado que hoteles, aeropuerto y todos los edificios relacionados con el encuentro hayan sido inspeccionados de arriba abajo.
Los nombres de la CIA y el Mossad, los servicios secretos más conocidos del mundo, comenzaron a circular cuando hace once días el scretario de Estado estadounidense, James Baker, anunció la elección de Madrid como sede de la conferencia.
Junto a ellos figura el de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y planea el temor de que sus facciones más extremistas, contrarias a la reunión, utilicen la "cumbre" para dar publicidad a sus reivindicaciones mediante acciones violentas.
La "Operación Pax" encarga a la Guardia Civil la custodia del exterior y el interior del Palacio Real y el aeropuerto de Barajas. Las unidaes de intervención del Cuerpo Nacional de Policía formarán los cordones de seguridad en torno a este edificio, el centro de prensa, instalado en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo, y los hoteles donde se alojen las delegaciones.
Unos cuatrocientos miembros de la Unidad de Servicios Especiales (USE) y de Tráfico de la Policía Municipal han sido asignados para escoltar a las personalidades durante sus trayectos en automóvil.
Además, regularán la circulación en los puntos más conflictivos de a capital y cubrirán los itinerarios de los representantes, entre ellos los traslados a Barajas.
MADRID, "TOMADA"
Pero por mucho que las autoridades se empeñen en dar una imagen de normalidad, los vecinos de Madrid, a los que se ha invitado a ser amables con los ilustres visitantes, sufrirán desde hoy un caos de tráfico.
La curiosidad al ver a policías vestidos con monos de poceros revisando de forma exhaustiva toda la red de alcantarillado, ha dado paso a un considerable aumento en las calles e agentes y de perros adiestrados en la detección de explosivos, así como de helicópteros que sobrevuelan las zonas a vigilar.
Coches privados y autobuses tendrán dificultades para circular por la zona centro de la ciudad, el paseo de la Castellana y las calles de Serrano y Velázquez, junto a sus aledaños, donde están situadas las embajadas de los Estados Unidos y la URSS.
Además habrá que contar con los movimientos de los cerca de cuatro mil periodistas que se han acreditado para cubrir la "cumbe", que en total reunirá a unas siete mil personas.
Mientras que los informadores judíos han avasallado a sus lectores durante estos días con noticias sobre la seguridad del Palacio Real, las principales cadenas de televisión americanas contactarán varias veces al día con Madrid para emitir sus telediarios.
El regio edificio ha visto abrillantadas sus salas y todos sus pasadillos y recovecos han sido revisados palmo a palmo para que nada enturbie la conferencia.
(SERVIMEDIA)
28 Oct 1991
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