De acuerdo con las diligencias policiales, el primero regentaba el citado comercio y aprovechaba los pagos con tarjeta de sus clientes para copiar en un lector los datos de sus bandas magnéticas.

El segundo y tercer detenidos facilitaron al primero el lector y le pagaban un canon por cada tarjeta copiada. Cada semana, se citaban, el primero para recibir su dinero, y los otros para obtener los datos obtenidos. Precisamente en uno de estos encuentros, los tres fueron detenidos.

Las investigaciones se iniciaron a raíz del aumento de denuncias por utilización fraudulenta de tarjetas y teniendo además todos los denunciantes en común el no haber extraviado en ningún momento las mismas. Se daba la circunstancia de que todos los perjudicados habían sido clientes de un local de la calle Orense.

De la investigación policial, se dedujo por parte de los agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Tetuán-Azca que todos los indicios conducían al encargado de un local de los bajos de Orense.

Los agentes establecieron un dispositivo en torno al mismo. El primer arresto se produjo cuando uno de los acusados se encontraba realizando una transacción con otras dos personas, en la cual recibía una cantidad de dinero en "pago" a los trabajos que había llevado a cabo; estas personas eran las que le facilitaban el lector para copiar las bandas magnéticas de las tarjetas de crédito.

En el registro posterior de la vivienda del encargado del local, la Policía se incautó de seis ordenadores portátiles, tres impresoras, diez teléfonos móviles, tarjetas de crédito en blanco así como 4.500 euros en metálico.