Así se desprende del informe financiero remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por la compañía, que esgrimió la cotización en Estados Unidos como uno de los principales motivos para trasladar su sede social a los Países Bajos y emprender una operación de fusión inversa con su filial internacional, FISE, que se materializó el pasado mes de junio tras ser aprobada por los accionistas dos meses antes.

La división más importante para Ferrovial es la de Construcción, cuyas ventas se situaron durante el período en 3.258 millones de euros, un 8,3% más que en el primer semestre de 2022.

Según el informe, la facturación conjunta de la división en Estados Unidos y Canadá fue del 31%, en torno a 1.010 millones de euros. En Estados Unidos, Ferrovial opera también en la construcción a través de su filial Webber, que, según las cuentas de la compañía, sufrió un retroceso del 2,8% en la facturación, hasta los 596 millones de euros.

Esta caída se produjo principalmente al descenso de las ventas en el negocio de servicios de infraestructura como consecuencia de los cambios en el mix de la cartera junto con la retirada definitiva de la actividad de edificación no residencial, parcialmente compensada por el aumento de la actividad de agua. Webber registró un resultado de explotación de 17 millones de euros, un 37% menos que hace un año.

Además, Ferrovial apunta en su informe que en el área de construcción se producen pérdidas en el resultado de explotación (-3 millones de euros) por la finalización de grandes contratos en Estados Unidos como las autopistas I-66 en Virginia y NTE 35W en Dallas. La I-66 fue abierta en el año 2022 tras una inversión de 3.500 millones de euros, mientras que el tramo 3C de la segunda fue inaugurado el mes pasado tras una inversión de más de 900 millones de euros.

AUTOPISTAS

Por otro lado, la división de Autopistas logró una facturación de 429 millones de euros, un 38% más que en la primera mitad de 2022, y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 360 millones, un 40% más. Estados Unidos acumuló el 81,8% de la facturación, unos 402 millones de euros.

Los principales proyectos de autopistas en Estados Unidos son las Managed Lanes. Entre enero y junio, el tráfico en todas mejoró, así como el ingreso medio por transacción gracias a las mayores tarifas y al ‘soft cap’ vinculado a la inflación.

En la NTE 1-2 el tráfico se incrementó un 11,6% y la facturación aumentó un 22,3%; en la LBJ el tráfico avanzó un 9,7% y las ventas un 22%; en la NTE 35W, el tráfico creció un 5,5% y los ingresos un 16,8%; en la I-77, el tráfico avanzó un 19,7% y la facturación se disparó un 62,5%; mientras que en la recién estrenada I-66 las transacciones se situaron en 13 millones y las ventas en 67 millones de dólares (60,74 millones de euros).

Además, Ferrovial se encuentra prestando atención a otras operaciones en Estados Unidos y ya cuenta con una precalificación en SR400 Managed Lanes en Atlanta (Georgia) y está con varios proyectos en otros estados con “distintos grados de desarrollo” y que “espera que salgan al mercado en los próximos meses”. Algunos de ellos incluyen estructuras de Managed Lanes.

AEROPUERTOS

Por otro lado, Ferrovial también tiene participación en el país con su división de Aeropuertos. En junio de 2022, se convirtió en el principal accionista con el 49% de la participación de la sociedad que construirá y gestionará la concesión de la nueva Terminal 1 del Aeropuerto JFK (Nueva York).

Tras comenzar las cobras en julio de 2022, a 30 de junio de 2023, Ferrovial ha contribuido con 133 millones de dólares (120,56 millones de euros) de capital de un total de 1.142 millones de dólares (1.035 millones de euros) comprometidos por la compañía durante el período de construcción.

El desarrollo del proyecto sigue según lo previsto y los trabajos de construcción avanzan según las expectativas. Las obras de encapsulamiento del tren aéreo siguen su curso y se espera que finalicen durante el 2023. Se espera que la terminal entre en operación en 2026, y el contrato de concesión finaliza en 2060.

El cronograma de la compañía contemplaba comenzar a cotizar a finales de año en Estados Unidos. Sin embargo, en la última conferencia con inversores, su director financiero, Ernesto López, admitía que la operación podría retrasarse a principios de 2024 en función del proceso de aprobación y de los requerimientos que reciba la empresa de Rafael del Pino.