El jefe de la delegación regional del CICR en Harare (Zimbabue), Thomas Merkelbach, afirmó hoy que "la escasez de alimentos en Zimbabue está estrechamente relacionada con la crisis económica que atraviesa el país".

"Trabajamos en estrecha colaboración con las autoridades penitenciarias para mejorar la situación de los detenidos más vulnerables", añadió.

Cuando se estabilice la situación alimentaria, el CICR seguirá evaluando las condiciones generales de los detenidos y, en cooperación con las autoridades de Zimbabue, renovará las cocinas y las instalaciones sanitarias y mejorará los sistemas de abastecimiento de agua en las cárceles.

Además, trabajará para evitar la transmisión de enfermedades y vigilará de que los detenidos reciban el tratamiento necesario en el caso de que haya brotes de enfermedades, como el cólera, y por el mantenimiento de las mejoras alimentarias.

Por otro lado, el CICR ha entregado mantas y jabón a unos 5.000 detenidos y seguirá distribuyendo este tipo de artículos, además de ropa y utensilios de cocina.

Por lo demás, el CICR aumenta su apoyo a otras comunidades necesitadas, como los afectados por la ola de violencia desencadenada en las elecciones del año pasado.

Además, más de 63.000 personas que viven en condiciones de extrema pobreza en las provincias de Mashonaland Central y Mashonaland Oriental, al noreste de la capital (Harare), recibirán insumos agrícolas y formación para que puedan obtener mejores cosechas.

Asimismo, la Cruz Roja prestará más ayuda a los centros de salud y, en especial, subvencionará el transporte del personal médico y proporcionará suministros a las cuatro policlínicas de Harare.

Por último, el CICR hizo un llamamiento para recabar unos 6,5 millones de francos suizos (unos 4,3 millones de euros) con el fin de financiar sus actividades en Zimbabue.