Barrera aseguró, en declaraciones a Servimedia, que la crisis provocada en la formación independentista a causa de la escisión anunciada por el sector oficialista que representaba hasta ahora Colom "no es la más grave que ha sufrido e partido", y consideró que "siempre hay amputaciones necesarias".

En este sentido, el ex dirigente de ERC señaló que la formación saldrá probablemente beneficiada con la división, aunque admitió que "si tuviéramos elecciones dentro de 15 días seguramente sería un inconveniente".

Heribert Barrera expresó su convencimiento de que Esquerra Republicana jugará un papel más importante en la política a partir de este momento y que "cuando se plantee un problema concreto tendremos una posición y no un siencio, que es lo que había ahora".

Barrera recriminó al equipo de Colom que, "como única respuesta a los problemas, se hablara siempre de independencia, como si fuera una solución por ella misma".

Respecto a la situación en que se encuentra Esquerra Republicana tras el abandono de una parte de la Ejecutiva y de varios cargos, señaló que la ve con optimismo porque ha recibido llamadas de antiguos simpatizantes dispuestos a volver a militar en la nueva etapa.

Heribert Barrera añadió que los miitantes y cargos de Esquerra han iniciado "una gran actividad" para explicar tanto a miembros del partido como a la opinión pública la "situación atípica" en que ha quedado la formación a las puertas de su próximo congreso tras la escisión protagonizada por Colom.

El ex presidente del partido independentista comentó que sería preferible que en el próximo congreso se presentara una candidatura única, con el fin de no acrecentar la imagen de una fuerza dividida, aunque añadió que "lo importante para mí s que, a pesar de que haya más de una candidatura, el que gane querrá colaborar con los sectores minoritarios, otra de las cosas que hasta ahora tampoco se hacían".

Heribert Barrera fue presidente de ERC hasta el último congreso, celebrado en 1995, en el que Colom impulsó su sustitución por la de Jaume Campabadal. Fue también candidato de ERC a la Generalitat en las primeras elecciones autonómicas catalanas de 1980, en las que consiguió 14 escaños, aunque en los comicios de 1984, los últimos a los quese presentó, sólo logró 5 diputados.

En los últimos meses, en que se ha intensificado la crisis de los críticos contra los oficialistas de Colom y Rahola, se ha mantenido a favor de las tesis de Carles Bonet, que lidera un sector con menos representación que el de Josep Lluís Carod-Rovira.