Investigación
Un equipo del CSIC identifica los genes que permiten a la bacteria MPO218 “degradar” el ibuprofeno
- Su uso podría resultar útil para eliminar este contaminante de las aguas
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Un estudio de investigación experimental del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) ha logrado caracterizar a nivel genético cómo la bacteria Rhizorhabdus wittichii MPO218 es capaz de “degradar” el ibuprofeno.
Así lo anunció este miércoles el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado en el que precisó que dicho estudio, liderado por la investigadora del grupo ‘Expresión génica en bacterias de interés medioambiental’ en el CABD y profesora de Microbiología en la Universidad Pablo de Olavide Eva M. Camacho, ha conseguido identificar “todo el conjunto de genes" que requiere la cepa de bacteria Rhizorhabdus wittichii MPO218 para “degradar” uno de los compuestos farmacéuticos más utilizados en el mundo y que aparece “con mayor frecuencia” como contaminante en suelos, sedimentos y agua.
La investigación, cuyos resultados han sido publicados en un artículo en la revista internacional ‘Applied and Environmental Microbiology’ de la Sociedad Americana de Microbiología y cuya primera autora es Magaly Aulestia, pone el foco en los genes que permiten a esta cepa de bacterias degradar el ibuprofeno y la capacidad para mantenerlos.
Según los investigadores, este conocimiento “es fundamental si queremos usar esta bacteria como biorremediadora, es decir, para eliminar la contaminación por ibuprofeno del agua”.
El proyecto empezó aislando la cepa MPO218 a partir de los fangos activos de una planta depuradora de aguas (EDAR) de una empresa farmacéutica, según explicó la doctora Camacho, quien resaltó que esta bacteria pertenece a la especie Rhizorhabdus wittichii y es capaz tanto de crecer “comiendo” únicamente ibuprofeno como de transferir esta capacidad a otras bacterias de la misma familia.
En este trabajo se identificó todo el conjunto de genes que requiere MPO218 para degradar ibuprofeno y que están en el megaplásmido -un plásmido es una molécula de ADN más pequeña que el cromosoma- pIBU218, que tiene “varias regiones implicadas en la degradación de ibuprofeno’, según los autores.
Tras subrayar que algunos estudios han demostrado el efecto tóxico que produce sobre organismos acuáticos la exposición “crónica” a concentraciones ambientales de ibuprofeno, los investigadores recordaron que una estrategia para eliminar este tipo de contaminante es usar “bacterias que ‘se comen’ los medicamentos como herramienta para eliminarlos de las aguas antes de su vertido”.
“Identificar microorganismos capaces de comerse los medicamentos, entender cómo se comportan en la naturaleza, qué necesitan para sobrevivir y qué factores afectan a la tasa de degradación, podrían servir para diseñar tratamientos adicionales del agua que redujeran al máximo la contaminación que se vierte desde las EDAR”, añadieron.
A su juicio, los resultados obtenidos en este estudio “abren la puerta” a crear “versiones mejoradas” de bacterias “para que no pierdan la capacidad de ‘comer’ o degradar ibuprofeno y se puedan usar para la eliminación del contaminante en aguas residuales”.
Además de ibuprofeno, este grupo de investigación se plantea la búsqueda de nuevas bacterias o consorcios bacterianos, esto es grupos de bacterias que actúan juntas, para la eliminación de otros medicamentos que aparecen como contaminantes en las aguas del río Guadaira y que puedan servir para tratamientos “eficientes” para la “biorremediación” de estos contaminantes.
(SERVIMEDIA)
15 Jun 2022
MJR/clc