Cascos explicó que "siempre" ha sido partidario de "facilitar el entendimiento con las fuerzas nacionalistas o regionalistas de centro-derecha", y aunque reconoce que en el período preelectoral la tensión entre PP y PNV crece, opina que en política no existe "el nunca jamás" y que será tras las elecciones cuantohabrá oportunidad de reconstruir consensos entre partidos idelógicamente afines.

"Los resultados del 12 de marzo van a ser decisivos para todo y para todos y tenemos que remitirnos a eso. Nosotros buscamos una mayoría suficiente para no depender de nadie, pero eso es perfectamente compatible con que a partir de los resultados electorales administremos nuestra responsabilidad para constituir mayorías estables como hicimos en 1996", aseguró.

El vicepresidente primero ha sido el responsable durante sta legislatura de mantener las relaciones entre el Ejecutivo central y sus socios del PNV. Cree que tarea "ha sido positiva", que los acuerdos que ha dado estabilidad parlamentaria al PP durante cuatro años "han dado buenos resultados" y por tanto se pregunta "porqué no seguir intentándolo" después de las elecciones.

Recordó que para dialogar con el PNV el Gobierno de José María Aznar "jamás" ha tenido que salirse del cauce de la defensa de la Constitución y el Estatuto de Gernika y por lo que se hac innecesaria "ninguna matización" de la postura mantenida durante la legislatura que ahora toca a su fin.

El PP, insistió, desea que "la Constitución sea el marco de convivencia democrática y que los Estatutos de autonomía sean modelo de consolidación de la España autonómica", y en este terreno "jamás ha habido que hacer una excepción" para conseguir el acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco, por lo que "cuando hablo de cara al futuro no tengo porque cambiar el discurso".

A juicio de Alvarez Cscos, en este momento corresponde al PNV "modular y atemperar su discurso" "si no quiere sufrir un duro retroceso por falta de credibilidad". En este punto, recordó que el País Vasco es la comunidad que disfruta de la mayor autonomía de Europa y que, por tanto, resulta "altamente contradictorio" que el PNV cuestione el Estatuto de Gernika entregándose a un ejercicio de "incoherencia muy notable".

Cascos explicó que ha transmitido esta postura del Gobierno a los dirigentes peneuvistas con los que ha teido ocasión de entrevistarse "en público y en privado" y a los que expresado su convencimiento de que están "cometiendo un gravísimo error" del que deben "salir cuanto antes" al mantener su alianza con HB.

Según dijo el mantenimiento de "lazos de unión" con HB en una situación de tregua "es posible" pero "en una situación de utilización y justificación de la violencia, es absolutamente incompatible con la democracia y con el respeto a los derechos humanos".

AJURIA-ENEA, MARCO ADECUADO

Sobre la osibilidad de que se produzca una nueva tregua de ETA, Cascos dijo a Servimedia que las previsiones del Pacto de Ajuria Enea resultaron "un marco adecuado para plantear todos los supuestos de la lucha antiterrorista y del proceso de pacificación y que en este momento siguen siendo válidos".

No quiso desvelar si llegado el caso, un evnetual Gobierno dirigido por Aznar exigiría pruebas más estrictas que en hace año y medio de la voluntad de paz a la banda terrorista, pero sí fue tajante al afirmar que "iene que darse la premisa de voluntad inequívoca de abandono de la violencia, en el marco del diálogo con respeto al Estado de derecho y a las reglas de juego del pluralismo democrático", condiciones todas ellas "innegociables".

"En el punto 10 del pacto de Ajuria Enea se dice que en el momento en que exista una voluntad inequívoca de abandono de la violencia es posible el diálogo con los interlocutores políticos y no tenemos que cambiar ese discurso ni antes, ni ahora, ni para un eventual gobierno de PP después del 12 de marzo", indicó.

A ETA le advirtió expresamente que "no hay otro camino que el abandono absoluto, total e inequívoco de la violencia No hay otro camino para avanzar en una sociedad de paz, de convivencia y de libertades".

El vicepresidente primero del Gobierno aseguró que no existe ninguna decisión del Ejecutivo sobre la posibilidad de dar marcha atrás en el acercamiento de presos etarras a cárceles vascas que se realizó durante los meses de tregua.

En este sentido se liitó a puntualizar que "el Gobierno ha sido extraordinariamente generoso y flexible" en ese tiempo, "para que nadie pueda decir que dentro del Estado de derecho el Gobierno no ha brindado las posibilidades que debe plantear responsablemente para haber culminado con un final definitivo de la violencia".

Finalmente, Alvarez Cascos se reafirmó en su tradicional postura de oponerse a que el Pacto de Madrid se convoque después de cada atentato terrorista. A su juicio, ese foro sólo debe convocarse "cuando myoritariamente los partidos lo crean oportuno, pero nunca a remolque de los atentados".