Fuentes de la constructora aseguraron a Servimedia que el local estaba habilitado como vestuario, perfectamente ventilado y cumplía todas las condiciones de seguridad.

Por otra parte, recordaron que, con una plantilla de 700 empleados y 55 años de actividad, jamás vivieron un suceso como éste y nunca antes tuvieron un accidente que causara víctimas mortales.

La empresa manifestó su dolor por lo sucedido y afirmó que su intención es ahora mantenerse lo más cerca posible de las víctimas y sus familias, motivo por el que han convocado un paro de dos días en sus actividades.

Por su parte, el presidente de la patronal de Burgos, Roberto Alonso García, aseveró a Servimedia que tanto los trabajadores como el local estaban bajo la cobertura de un seguro y que incluso la constructora "había contratado un servicio externo de seguridad laboral" específicamente para las obras de construcción del carril-bus.

Alonso García declaró, además, que se trata de una empresa "modélica y pionera en cuestiones de seguridad" y denunció la "manipulación que hacen con el tema UGT y CCOO, quienes prejuzgan a la empresa y amenazan con presentarse de acusación particular" cuando, en su opinión, "ahora sólo es momento de investigar y apoyar a las víctimas".