Uno de los que hizo oídos sordos a las recomendaciones del jefe del Ejecutivo fue el propio ministro de Defensa, Julián García Vargas, que ayer mantuvo con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, la polémica más agria sobre la posible intervención militar española en Bosnia-Herzegovina.

ujol había sido el encargado de "abrir el fuego" en esta "batalla" el pasado viernes, al hacer un explícito llamamiento a la intervención europea en la antigua Yugoslavia y denunciar la "cobardía" de algunos partidos en este asunto.

Estas declaraciones fueron ayer contestadas por el titular de Defensa con fuertes ataques contra la formación de Pujol, Convergència i Unio, a la que culpó de fomentar la insumisión desde las instituciones catalanas.

Por la tarde, Pujol respondía a García Vargas diciedo que Cataluña hace una aportación importante al Ejército español en hombres y que tiene todo el derecho a opinar sobre el envío de tropas.

También el candidato de CiU a la Presidencia del Gobierno, Miquel Roca, se refirió ayer a este asunto pidiendo una posición de firmeza al Gobierno español, coincidente con la postura europea.

Sin abandonar Cataluña, el líder de Esquerra Republicana, Angel Colom, se mostraba ayer en Barcelona partidario de una intervención militar en la antigua Yugoslavia, dao el fracaso de las negociaciones diplomáticas.

PATRIOTISMO

Radicalmente opuesto a esta postura, el coordinador general de Izquierda Unida habló ayer sobre el asunto en Valladolid y aprovechó el conflicto en los Balcanes para criticar las alusiones al patriotismo hechas por Felipe González con motivo del envío de más tropas españolas a Bosnia. "El verdadero patriotismo es el de la lucha contra el desempleo", sentenció Anguita.

Tras criticar que González aluda al patriotismo "con el lenguaje conel que se apelaba cuando se mandaba a nuestros soldados a Cuba", Anguita dijo que es partidario del envío de más tropas españolas, pero sólo en misiones de paz bajo bandera de la ONU.

Las alusiones en tono electoral al conflicto de los Balcanes se cerraron ayer con la advertencia hecha en Benalmádena por el presidente del Partido Andaluz de Progreso (PAP), Pedro Pacheco: "¡Ay si viene algún andaluz-español en un ataúd!", dijo, tras rechazar el envío de más soldados españoles.

Tan sólo los máximoscandidatos a presidir el Gobierno durante la próxima legislatura, Felipe González y José María Aznar, eludieron pronunciarse ayer sobre este asunto, siguiendo así las indicaciones del primero; ya se habían enzarzado en descalificaciones sobre la posición de España en el conflicto en días anteriores.