EEUU AMAÑA UN SIMULACRO DE GUERRA PARA EVITAR LA DERROTA ANTE UNEJERCITO IRAQUI DE FICCION
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El mayor juego de guerra de la historia militar de Estados Unidos, un simulacro montado este mes con un coste de 250 millones de euros y con la participación de 13.000 soldados, tuvo que ser amañanado para asegurar que los norteamericanos derrotaran al adversario de ficción, un ejército de Oriente Medio parecido a Irán o Irak, según publican el diario británico "The Guardian" y la edición digital del "Washington Post".
El general retirado Pul Van Riper, que actuó como jefe de las fuerzas de Oriente Medio, denunció que el costoso "juego de guerra" se atuvo a un guión amañado para garantizar la victoria estadounidense. Como protesta, abandonó el puesto de jefe de las fuerzas enemigas.
Van Riper declaró a "Army Times", una publicación independiente norteamericana que cubre asuntos militares, que había creido que tenía libertad para poner a prueba las debilidades del Ejército norteamericano, pero cuando el juego comenzó, se le dio instruccines para hacerle fácil la vida a los soldados yanquis.
Según "Army Times", Van Riper, como comandante de un ejército del Tercer Mundo y tecnológicamente poco desarrollado, superó repetidamente a las fuerzas norteamericanas. Cuando la flota estadounidense entró en el Golfo, dio ódenes a sus pequeñas embarcaciones y aviones para moverse en círculos aparentemente sin objeto antes de lanzar un ataque por sorpresa que hundió una parte sustancial de la Armada estadounidense. El juego de guerra tuvo que ser etenido y los bancos norteamericanos "reflotados" para que tuvieran una segunda oportunidad.
Eso hizo exclamar a Van Riper que, "en lugar de un juego libre a dos bandas como la comandancia anunció que iba a ser, resultó un ejercicio con guión. Tenían un fin pretedeterminado y hicieron un guión para el ejercicio con ese fin". Y es que Van Riper también había burlado los sofisticados sistemas de espionaje electrónico del Ejército norteamericano enviando las órdenes mediante correos en moto.
Sin embrgo, el vice-almirante Marty Mayer, uno de los coordinadores del ejercicio militar, negó las acusaciones y aseguró que no hubo ningún apaño en estas maniobras de ficción, que terminaron el pasado 15 de agosto y que fueron montadas para poner a prueba las nuevas tácticas y doctrinas de Donald Rumsfeld, el flamente secretario de Defensa de George W. Bush.
(SERVIMEDIA)
22 Ago 2002
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