Lo hicieron en un comunicado conjunto en el que recalcaron que con una partida de 468 millones de euros, que gestionarían las comunidades autónomas, “se garantizaría beca a toda la infancia en pobreza en infantil y primaria y que accediera al comedor escolar de manera gratuita”.

“¿De verdad no era posible dedicar este dinero a asegurar una alimentación saludable a los niños y niñas en situación de pobreza?”, se preguntó la directora de Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo, para quien “hay que apostar por la infancia y su acceso al comedor”.

Ambas organizaciones alertaron de que mientras que uno de cada tres menores está en riesgo de pobreza o exclusión, las becas y las ayudas al comedor sólo llegan al 11% del alumnado en educación infantil y obligatoria. A ello se suma que la cobertura es “muy desigual” entre territorios, yendo del 2% en Murcia y Melilla al 25% de Canarias.

A juicio de la directora global de Incidencia e Investigación de Educo, Macarena Céspedes, en estos presupuestos se ha perdido “una oportunidad de oro para poner a la infancia en el centro” y aseveró que “garantizar que puedan ir al comedor escolar y al espacio del mediodía no sólo asegura su alimentación, sino que en ese tiempo siguen aprendiendo hábitos sociales y nutricionales, se relacionan con sus compañeros y compañeras, gestionan conflictos y se previene el absentismo escolar porque ya está en la escuela para asistir a las clases de la tarde”.

Por último, Educo y Save the Children explicaron que el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030) incluye entre sus preceptos “garantizar la oferta de comedor escolar en todas las etapas educativas”, lo que les dio pie a concluir que “aumentar la inversión en becas y ayudas al comedor en estos Presupuestos Generales del Estado hubiera contribuido enormemente a convertir en una realidad el acceso al comedor escolar de la infancia más vulnerable”.