Infancia

Educo y Payasos Sin Fronteras llevan esperanza, alegría y bienestar a la infancia refugiada en Cox´s Bazar de Bangladesh

MADRID
SERVIMEDIA

Una expedición de Payasos Sin Fronteras visitó el campo de refugiados de Cox’s Bazar de Bangladesh, el más grande del mundo, observó los proyectos que la ONG Educo desarrolla en él y realizó varios espectáculos para 12.500 personas que están en dicho campo, trasladando momentos de “alegría y esperanza” a niños, jóvenes y adultos que se encuentran en un contexto de “adversidad extrema”.

Según informaron Payasos Sin Fronteras y Educo, en este enclave casi un millón de personas de la etnia rohingya viven en condiciones extremadamente precarias, de los cuales el 55% son niños. El coordinador del equipo expedicionario de Payasos Sin Fronteras, Donald Lehn, afirmó que saben que la risa y las emociones positivas son “herramientas poderosas de resiliencia” y ayudan a “sobrellevar situaciones difíciles como las que se viven en Cox’s Bazar”. Por su lado, la directora de Educo, Pilar Orenes, destacó la importancia de esta colaboración y dijo que esta visita de Payasos Sin Fronteras es un “soplo de aire fresco para la infancia rohingya”.

En este contexto, Educo trabaja para garantizar el derecho a la educación y la protección de la infancia rohingya y de las comunidades de acogida. La organización lidera una respuesta humanitaria que llega a 95.000 personas, especialmente niños y adolescentes, a través de programas de educación, protección infantil y fortalecimiento comunitario.

La ONG impulsa la resiliencia de la infancia, proporcionando entornos de aprendizaje seguros, formación para docentes y cuidadores, y estrategias para que aprendan a mitigar los riesgos de desastres. En este sentido, Orenes añadió que, en esta situación, momentos de alegría como los que hicieron desde Payasos Sin Fronteras “refuerzan el bienestar emocional y el derecho a una infancia digna”.

Los rohingya, un grupo étnico apátrida que ha habitado Myanmar durante siglos, sufrieron un éxodo masivo en 2017 tras un estallido de violencia en el estado de Rakhine. Desde entonces, sobreviven en campamentos sobrepoblados y prácticamente olvidados.

(SERVIMEDIA)
30 Ene 2025
AGG/gja