El estudio revea que a lo largo de las tres últimas décadas los sectores con mayor peso continúan siendo la agricultura (22,5%), la pesca (21,7%), los servicios públicos (16,3%), la construcción (16), la industria alimentaria (15,9%) y la hostelería y la restauración, con una incidencia del 14,3%.

Sectores como la industria presentan en Andalucía un peso relativo muy bajo, por lo que los expertos recomiendan "poner freno a la megalítica dimensión del sector servicios, generando la creación del sector industrial, quetiene un fuerte poder de arrastre sobre la actividad económica general de la región".

Además, una de las industrias más fructíferas de Andalucía, la agroalimentaria, está en regresión, a pesar de que en ella los poderes públicos han confiado mucho para el futuro económico de la comunidad.

Según el informe, la industria agroalimentaria andaluza está siendo trasladada progresivamente a regiones con mayor nivel de industrialización, "en las que se realizan las fases tecnológicamente más complejas de proceso productivo y con mayor valor añadido".

DEMASIADO EXTENSA Y POBLADA

"Andalucía es demasiado extensa y está demasiado poblada como para prescindir de la industria", señalan los autores del texto, que recomiendan "desoir" cualquier alternativa económica que "no cuente con un firme plan de industrialización", en el que deberán participar tanto la iniciativa privada como el sector público.

Además de la crisis económica coyuntural, tanto nacional como internacional, Andalucía sufre la ausenca de una "dinámica productiva capaz de paliar o contrarrestar sus efectos".

Como circunstancias que frenan el desarrollo económico en Andalucía, los economistas señalan la falta de solidez de los sectores productivos y la desconexión interna de los procesos productivos, además de la escasa cualificación profesional, la vulnerabilidad y dependencia de amplios sectores.

CAPITALISMO ANDALUZ

El Consejo de Colegios de Economistas de Andalucía considera que existe una importante "carencia de capitalimo andaluz", capaz de generar valor añadido.

El sector empresarial de la comunidad autónoma está inmerso en "inercias conservadoras", sobre todo en las actividades agrarias. Esta circunstancia provoca la inexistencia de un tejido agrario, industrial y de servicios sólido y consistente.

"El entramado actual (en referencia a la clase empresarial) raramente innova y, a duras penas, va a remolque de los cambios que se producen en otras estructuras productivas modernas y competitivas", señala el infore.

Asimismo, los economistas proponen la reducción de 300.000 empleos en la agricultura y la creación de 400.000 puestos de trabajo en el sector industrial.